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La implementación de proyectos bancarios y crediticios en la época del Virreinato fue muy árida, si bien hubo casas mercantiles y agiotistas desde el siglo XVIII fueron establecimientos regionales con poca proyección, quizá el intento más significante fue la implementación del Banco de San Carlos, el cual se creó por Cédula Real de Carlos III el 2 de junio de 1782, con un capital de 300 millones de pesos.

Si bien no emitió billetes, siendo cédulas el nombre correcto, enfrento problemas al poco rato, los especímenes que emitió datan de 1783, emitió series de 200 a 1,000 reales con 9 colores diferentes, tuvieron poco éxito y penetración tales piezas por lo que fueron recogidas en 1785, hubo nuevos intentos de emisión (sin lograrse) en 1786, 1788 y 1794, en 1800 hubo una agitación económica lo que provoco el reembolso de muchas cédulas a sus portadores tal situación deja al banco en estado insolvente, se sabe algunas circularon hasta 1814. 

Otro ejemplo previo sucede en 1743, cuando el Consejo de Indias y el Virrey Conde de Fuenclara sugirieron establecer un banco dedicado a la inversión en minas de plata, el capital sería de 2 millones de pesos recaudado entre la población vía prestamos forzosos con títulos de 500 pesos cada uno, se denominaría “Compañía de Aviadores de Minas de Nueva España» , la idea surge impulsada por la ausencia de capital de inversión para minas.

Al terminar la guerra de independencia el gobierno no tenía manera de financiarse por lo que recurrió a los préstamos. Durante la colonia el gobierno virreinal acudía a los acaudalados comerciantes o a la iglesia para recibir préstamos, más con la guerra de independencia todo esto cambio y cuando México logró independizarse el gobierno no hallo de donde sacar dinero por lo que los préstamos los realizó a la fuerza confiscando bienes y propiedades. Además el gobierno buscó préstamos en el exterior con gobiernos de otras naciones como lo fue con los primeros préstamos de Inglaterra, con esto inicia el problema de la deuda exterior.

En la colonia los principales organismos encargados del crédito y la banca fueron el crédito mercantil, Banco de Avió de Minería, Fondo Dotal del Tribunal de Minería, Juzgados de Obras Pías y Capellanas, Congreso de Comerciantes y Cajas de Comunidad. (Para conocer más de los sistemas de crédito en el México colonial click aquí)

Antes de la creación de los bancos emisores de billetes solo se utilizaban en México documentos que permitieran el transporte de grandes cantidades de dinero, como los certificados de aduanas, pagares del ejército, bonos de deuda interna, acciones y bonos.

El gobierno también acudió a los comerciantes ofreciéndoles diversas concepciones y privilegios a cambio de su ayuda. Muchas casas de comercio compraban  en el mercado papeles de deuda pública cantidades bajas para después beneficiarse con el mismo gobierno. Así comienza la etapa del agio y de la especulación.

Los agiotistas se aprovechaban de los negocios con el gobierno para hacerse de más dinero, controlaban el sistema crediticio de la nación a falta de leyes claras y precisas, con sus tácticas causaron nulo avance en el progreso del país y en el de la población. Mucho se cree que estos agiotistas causaron el atraso económico en México desde 1821 hasta casi finales del siglo XIX.

Los prestamistas consideraban oportuno invertir en el mercado de capitales. Además los acaudalados empresarios ponían sus recursos en la deuda pública, esto además de beneficiar al gobierno también los beneficiaba a ellos, ya que el gobierno les otorgaba privilegios en la administración de aduanas, arrendamiento de salinas, tabaco y casas de moneda. 

Los comerciantes otorgaban crédito para las actividades comerciales de los ciudadanos, la falta de moneda circulante y las malas comunicaciones del país así como la inseguridad en los caminos hicieron muy difícil el transporte de monedas por esto el crédito fue un factor muy importante para las operaciones comerciales. Las casas comerciales habrían cuentas corrientes de crédito para comerciantes nacionales y extranjeros estos las utilizaban girando libranzas que eran como órdenes de pago emitidas por un comerciante a favor de otro y a cargo de estas casas las cuales cobraban una comisión que variaba del 6% al 15% por realizar estas operaciones.

Las casas comerciales también realizan otras actividades como recibir depósitos, venta de pesos fuertes de plata en Estados Unidos y otras regiones con grandes ganancias, así como  compra y venta de bonos deuda exterior mexicana.

Los mayores prestamistas del gobierno recibían algunos beneficios exclusivos del sector público, entre ellos destaca la importación de algodón, y el comercio textil, lo que impulsó la creación del Banco de Avío en esta rama. Los prestamistas también recibieron el control de minas y con esto el arrendamiento de casas de moneda, con las cuales exportaban plata en pasta, cuando tenían que pagar alguna clase de impuestos lo hacían con bonos de deuda pública. Los cuales anteriormente habían comprado a precios muy bajos, por lo que se deduce que nunca perdían y siempre tenían mayores ganancias, las cuales no beneficiaban al gobierno, mas éste no podía hacer nada ya que dependía de los prestamistas.

Incluso los prestamistas hicieron tratos con el clero, el cual algunas veces al no pagar sus deudas cedía propiedades a valores inferiores al real. Entre los mayores prestamistas que se dedicaron al agio, especulación y negocios en casi todas las áreas del comercio en el periodo de 1820 a 1850 se puede mencionar a:

• Ewen C. Mackintosh
• Los hermanos españoles Cayetano y Francisco Rubio
• Juan Rondero
• Gregorio Mier y Terán
• Francisco Iturbe
• José Joaquín de Rozas
• Manuel Escandon
• Felipe Neri del Barrio
• Cosme Garay
• Los hermanos Martínez del Rio
• Benito Maqua

Cuando se prestaba dinero el objetivo del dinero prestado era casi siempre para entrar en negocios o adquirir maquinaria, aunque también para pagar deudas a otros prestamistas. En los créditos de aquellos días los intereses fluctuaban mucho, y las hipotecas eran muebles e inmuebles de todo tipo, hay que recordar que aunque se hacían contratos no había leyes que regularán este tipo de prácticas.

Si bien los negocios con el gobierno era de donde se obtenían las mayores ganancias, aunque eran los de mayor riesgo ya que las administraciones cambiaban en poco tiempo y muchas veces eran incapaces de pagar. Es por eso que desde la segunda mitad del siglo XIX los mayores prestamistas se dedicaron a hacer préstamos a particulares y a negocios pequeños, es ahí donde había menor riesgo para recibir el pago o en todo caso recibir el mueble o inmueble hipotecado.

Para conocer más de los inicios de la banca en México  se invita a leer el libro «La deuda externa de Latinoamérica» por Carlos Marichal. Click en la imagen para descarga.

El autor, Javier Torres Medina (1994) comenta al respecto de este periodo:

En realidad, en el periodo investigado no existieron instituciones privadas de especulación de capital, como sería una casa de bolsa, pero hubo intentos rudimentarios y anárquicos de crear casa de cambio de moneda de cobre por plata con un interés. Algunas funciones bancarias estuvieron dadas a través de sociedades y corporaciones de prestamistas, pero de manera muy informal. No hay que olvidar que estamos en un periodo de expansión financiera especulativa de negocios clandestinos que quedaban fuera del control del Gobierno y que se estaba formando un mercado nacional a través de pugnas entre propietarios regionales contra agiotistas monopolistas que en mucho explican la tradicional dicotomía entre centralismo y federalismo. Esto hacía difícil que se fundara una institución que favoreciera la inversión y que, organismos como el Banco de Avío, hayan fracasado.

La mala situación de la nación en el siglo XIX no fue únicamente ocasionada por los préstamos y los agiotistas, esta también fue provocada por la deficiente política fiscal del gobierno, mala administración y distribución de los recursos, enormes gastos motivados por guerras e intervenciones de otras naciones, corrupción y desorden interior en el gobierno. Los prestamistas también beneficiaron a México en diferentes aspectos como en la vida económica política y social.

Con la llegada de la banca moderna a finales del siglo XIX las casas comerciales no dejaron de tener un importante papel en el comercio y préstamos en todo el país.

La evolución de la incipiente banca mexicana no se da hasta el siglo XIX tardío, como lo menciona la autora Leonor Ludlow (1996):

Me parece que por varias razones no es posible hablar de banqueros hasta el decenio de 1880. En primer término, porque fue entonces cuando dio inicio la formación de sociedades anónimas, gracias a que las funciones financieras y crediticias se especializan y aparecen como una función aparte de los servicios prestados por el sector mercantil, como había ocurrido desde el periodo colonial. En segundo término, se aprecia la separación de los portadores del capital (accionistas) del resto del sector empresarial, a través del recurso del régimen de sociedad por acciones; esto facilitó la unificación de experiencias y de capitales, patente en las estructuras administrativas y en la suscripción de los recursos de la institución bancaria. En tercer término, por el uso extensivo del billete bancario que, no obstante su reducida circulación y su aceptación voluntaria, logra remplazar las antiguas emisiones de pagarés y libranzas que pusieron en práctica las casas mercantiles ante la constante escasez de metálico en la Ciudad de México.

A manera de cronología se recomienda la lectura del artículo (posterior al presente): Introducción a la Legislación Bancaria Mexicana del siglo XIX.

Listado de proyectos de emisión o crediticios en el México independiente.

A lo largo del siglo XIX hubo varios intentos por crear un banco único de emisión de papel moneda, su organización varió de tesis, tanto por el gobierno, particulares o mixto. En el artículo «Antecedentes Históricos de las Casas Bancarias en México» escrito por Antonio Deana Salmeron menciona el por que del origen de estos proyectos bancarios del periodo decimonónico:

«Pronto no faltaron las personas que presentaron programas tendientes a «solucionar» esta falta de recursos que paralizaba la Industria y Agricultura. Entre estos proyectos se hallaba la creación de un Banco que pudiese dar crédito para facilitar un desarrollo normal y un aprovechamiento íntegro de la riqueza nacional. Una deficiente administración había permitido durante la colonia, que se diera preferencia a la extracción de metales que inmediatamente se amonedaban para resolver una de tantas crisis, descuidando por ello otras riquezas básicas de la nación».  

Para mayor información se recomienda la conferencia «Las cédulas del Primer Imperio Mexicano ¿éxito o fracaso?», impartida por Cedrian López-Bosch CLICK AQUÍ. 

Algunos más se pueden enlistar, aunque con variados propósitos ninguno llego a consumarse:

1.- Proyecto de Banco Nacional: En 1821 y 1822 Francisco Severo Maldonado presenta el proyecto para la  creación de  un Banco Nacional que serviría para regular la económica del país  y centralizaría las actividades industriales y mercantiles. El financiamiento del proyecto se velaría del prestamos de las riquezas de todas las iglesias. Ademas de una adquisición de terrenos para su explotación vía arrendamiento a los más pobres.

Gran Banco del Imperio Mexicano. Ejemplar de la Colección Numismática del Banco de México, exhibida en el Museo Banco de México en la Ciudad de México (Abril, 2022)

2.- Gran Banco del Imperio Mexicano en 1822: Con funciones de emitir papel moneda, responsable de las efímeras emisiones de papel moneda durante el Primer Imperio de Agustín de Iturbide.

3.- Bancos en Zacatecas: En Zacatecas hubo intentos para la creación de bancos registrados en 1826, 1828, 1829 que aparecieron en el folleto “El Enemigo de Masones y Defensor de Patria”. El proyecto de 1829 para la creación de un banco fue impulsado por el gobernador de Zacatecas, Francisco García.

El cura de Tepachitlán, Zacatecas, presento el  proyecto de 1829 en conjunto con el gobernador para proteger a los agricultores pobres; el banco les rentaría terrenos que el banco compraría, formando su capital por renta del tabaco, diezmos, y obras pías.

4.- Banco de Avío: Fundado el 16 de Octubre de 1830 por decreto del presidente Anastasio Bustamante a instancias de Lucas Alamán, para financiar a la industria, en el que se daba preferencia al ramo textil, también atención a campesinos y ganaderos, este padeció de cadencia de recursos ya que el crédito que otorgaba era poco y caro, por orden de Santa Anna se decretó su extinción el 23 de septiembre de 1842. Su capital inicial fue de un millón de pesos, que nunca se termino de reunir.  

El territorio donde ejerció funciones fue principalmente Puebla, Queretaro, Michoacan y el Estado de México,  su primer director fue Esteban de Antumaño quien aparece en los billetes del Banco Oriental de México décadas después.

5.- Banco de Texas (The Commercial & Agricultural Bank of Texas): Autorizado por el gobierno de Coahuila el 30 de abril de 1835, emitio papel moneda en diversas denominaciones.

6.- Banco Nacional de Amortización de la Moneda de Cobre: Establecido el 18 de Enero de 1837, su objetivo era amortizar la débil moneda de cobre que circulaba en exceso (mucha de ella falsa) y que había sido mal recibida por la población, su actividad principal era obtener recursos para el gobierno y ayudar a financiar la guerra con Texas. Su vida fue breve antes de los 4 años el presidente Santa Anna ordeno su liquidación el 6 de Diciembre de 1841.  También soluciono problemas con el arrendamiento del tabaco. (Para conocer más de este banco CLICK AQUÍ). 

7.- Banco Emisor de billetes (o Banco Comercial): En 1842 el general Francisco de Garay obtuvo un permiso para establecer un banco de emisión respaldado en terrenos, este contaría con capital de 1 millón de pesos en efectivo y tendría una concesión de 15 años con facultad de emitir billetes, este proyecto nuca se concretó.

8.- El Banco Nacional: En 1852 Manuel Escandón propuso la creación de un banco que facilitaría pagar la deuda exterior e interior de México. El banco seria con vigencia de 20 años y capital de ocho millones se comprometería a abrir un crédito con el gobierno, gozaría de grandes atribuciones en el gobierno, sin embargo no se concretó por poner en manos de particulares el total de los caudales públicos.

9.- El Banco de Circulación y Descuento: En 1856 por el presidente Ignacio Comonfort y la Junta de crédito, proyecto que el futuro banco contaría con 20 millones de pesos en capital, nunca se concretó.

10.- Banco de México:  el documento fechado en la Ciudad de México el 29 de Julio de 1857 redactado por el “Ministerio de Fomento, Colonización Industria y Comercio de la República Mexicana” señala lo siguiente:

• En Base al Plan de Ayutla reformado en Acapulco se autoriza a decretar la creación de un banco con privilegios de 10 años al señor Liger de Libessart, de origen ingles,  el banco tomara el nombre de “Banco de México”, podrá emitir billetes de 1, 2, 5, 10, 20, 50, 100, 200 y 500 pesos pagaderos en plata.
• Con un capital de 5 millones de pesos que podrá aumentarse, esta institución estaría exenta de impuestos durante el plazo antes mencionado.
• Todos los fondos e intereses estarán bajo protección del gobierno. En el banco no deberá de haber intervención extrajera en su funcionamiento ya que es mexicano.

Como presidente sustituto de México Ignacio Comonfort. Tendría un capital español de hasta el 65%, emitiría billetes hasta por 25 millones de pesos-

11. El Banco Proyector de la Industria Fabril: Proyecto impulsado por el gobernador de Jalisco, Pedro Ozagon en 1862.

12.- Banco de México (Segundo Imperio): Otro intento por establecer un Banco de emisión fue aquel del periodo del Imperio de Maximiliano, en 1864, vale la pena desarrollar más este tema, para más información CLICK AQUÍ,

No sería hasta 1864 que se establece el primer banco exitoso en México con billetes en circulación, el Banco de Londres, México y Sudamérica, (CLICK AQUÍ para conocer su historia), el último cuarto del siglo XIX fue el apogeo de la creación de nuevos bancos, destacando el Banco Nacional de México, (para conocer más información CLICK AQUÍ).  

Para conocer el proyecto de establecimiento del Banco de México en el Imperio de Maximiliano CLICK AQUÍ

Para conocer los inicios del Banco de Londres y México CLICK AQUÍ

Relacionado a este tema se invita a escuchar la conferencia Establishment of the Banking System in Mexico, 1864-1910 por Ricardo de Leon,

Bibliografía:

• Boorstein Couturier, Edith (2003) The Silver King: The Remarkable Life of the Count of Regla in Colonial Mexico. University of New Mexico Press
• Gaceta Numismática, Número 4, Mayo de 1979, Año 1, Sociedad Numismática de Monterrey.
• Ludlow, Leonor (1996) La primera generación de banqueros en la Ciudad de México, mayo 1996, revista de la Universidad de México.
• Ludlow Leonor, Marichal Carlos. (1998). La Banca en México 1820-1920. México D.F: Lecturas de Historia Económica Mexicana.
• Torres Medina, Javier., (1994), De Monedas y Motines: Los problemas del cobre durante la Primera República Central de México, 1835-1842. [Tesis de Maestría, Universidad Nacional Autónoma de México – Biblioteca Central]