(El siguiente artículo se centra en la emisión de moneda revolucionaria por las fuerzas Constitucionalistas ligadas a Venustiano Carranza)
I. Antecedentes del papel moneda revolucionario. (1910 – 1913).
Después de la época de bonanza durante el gobierno de Porfirio Díaz principalmente en los años de 1892 a 1900 donde se manifestó el mayor grado de ganancias durante el Porfiriato, (y probablemente en lo que México llevaba como nación independiente), llego un periodo en el que hubo cambios en la sociedad todos dirigiéndose a desear una democracia bien establecida, el cual coincidió con la entrada del nuevo siglo.
En 1902 Justo Sierra llamo a la democratización del país, a la evolución política y económica. En los primeros años del siglo XX se funda el Partido Liberal Mexicano encabezado por los hermanos Flores Magón y Camilo Arriaga. Además, pintores como Diego Rivera y Saturnino Herrán desafiaron la pintura tradicional y establecieron nuevos modelos liberales de expresarse, en 1909 jóvenes mexicanos fundan el Ateneo de la Juventud desafiando al grupo de los científicos, en la literatura se escriben obras fomentando la libre democracia y el disgusto por un régimen Porfirista.
Los años pasan y el caos financiero y económico también, la crisis de 1905 a 1907 mostró las debilidades del sistema financiero de la nación (Para conocer más de esta situación CLICK AQUÍ) . En cuanto a los billetes, durante el periodo revolucionario no solo los emitierón bancos también, compañías y empresas, particulares y líderes revolucionarios, llamándose bilimbíques algunos de ellos.
Para la primer década del siglo XX (y última en el poder de Porfirio Díaz) la situación de la banca era muy diversa, como a continuación consta:
| Circulación de Billetes | Banco Nacional de México | Banco de Londres y México | Bancos Estatales |
| 1890 | 67% | 27% | 6% |
| 1900 | 36% | 29% | 35% |
| 1905 | 28% | 21% | 55% |
Solo los bancos de la segunda y tercera primeras columnas tenían circulación nacional, libre de descuentos, los bancos de la cuarta columna solo eran válidos sin descuentos dentro de sus estados, si un viajero de Coahuila llevaba sus billetes a la Ciudad de México se los tomaban a un valor inferior. (Para conocer la historia del Banco Nacional de México CLICK AQUÍ, para conocer la historia del Banco de Londres y México CLICK AQUÍ)
EL BANCO CENTRAL MEXICANO.
En 1898 varios bancos estatales crean el Banco Central Mexicano, una cámara de compensación que cumplió con la tarea de pagar en moneda metálica a la par los billetes de los bancos estatales sin descuentos, lo que agilizo la circulación de papel moneda en el país, y ocasiono los billetes de provincia fuera más relevantes en el mercado nacional. Años después, la administración de Victoriano Huerta desfalco los fondos de este banco, lo cual hizo imposible el canje.
Bajo ese mismo orden de ideas, al Banco Central Mexicano se le vio como el origen e inició de un banco único, por tal motivo capitales extranjeros sumaron inversiones, invirtiendo millones de pesos en su capital social, motivo por el cual sus acciones se encuentran con sellos de circulación y uso internacional.
El autor Manuel Cavazos Lerma expone al respecto:
“En 1899 [otros autores mencionan 1898] se fundó el Banco Central Mexicano cuyo capital fue suscrito en Serie A por el publico y en Serie B por los bancos de los Estados, que lo tendrían como corresponsal, con la importante función de redimir sus billetes en la capital a la par hasta por un monto determinado. El Banco Central Mexicano funciono también como banco de bancos, al apoyar a sus asociados que se encontraban en problemas. Sin embargo, estuvo seriamente limitado en esta función, por no disponer de suficientes reservas constituidas por los bancos locales y por no prever la manera de enfrentarse a demandas extraordinarias. Además, a pesar que la Serie B suscrita por los bancos estatales representaba la mayoría del capital social (75%), su administración no favoreció los intereses de los bancos miembros”.
Sobre este mismo tema el autor Heliodoro Dueñes, agrega que el Banco Central recibiría en cuenta corriente todos los fondos que tuvieran en exceso los bancos locales: y prestaría esos mismos fondos a aquellos bancos que los necesitaban, abonando y cargando intereses moderados. Se pensó además asociar a los capitalistas extranjeros para contar con su apoyo en los grandes centros de Nueva York, Berlín, París y Londres.
El Banco Central debería ser de depósitos y descuentos y por la gran concentración de giros sobre el extranjero, procedentes de todos los estados de la República, ayudaría eficazmente a normalizar los cambios internacionales.
El sistema de dicha institución fue anterior y ejemplo para la fundación del posterior Sistema de la Reserva Federal de los Estados Unidos.
La concesión fue otorgada a los señores Ramón Alcázar, Enrique C. Creel, Joaquín D. Casasús, Antonio V. Hernández, Carlos Bracho y Guillermo Vermehren. El Banco Central Mexicano, S.A., fue modelado como banco refaccionario, el capital inicial fue de $6,000,000, la mitad suscrita por el Deustche Bank, Bleichroeder Compañía y J.P. Morgan.
Todos los bancos de los estados fungían como accionistas, los accionistas podían nombrar parte del consejo de administración
Para mayor información véase: El sistema bancario porfiriano y las aportaciones de Enrique C. Creel, descarga gratis CLICK AQUÍ.
Por último, la multicitada institución emitió bonos de caja, para consultar tal información CLICK AQUÍ

Billetes de bancos locales emisores.
Todo este aparente orden y estabilidad se rompería cuando Victoriano Huerta llega al poder, los prestamos forzosos de Huerta a los bancos dejarón a las instituciones de la banca en situaciones caóticas. (Para conocer más de la administración de Victoriano Huerta CLICK AQUÍ). En otras palabras, la siguiente imagen sintetiza lo descrito:
Bajo ese mismo orden de ideas, vale la pena hacer hincapié en que el numismático e investigador, Dr. Ricardo de Leon Tallavas reitera que el prefijo “la” en Revolución es incorrecto, siendo que no fue un movimiento homogéneo, sino múltiples, ligados, pero con propósitos diferentes por sus actores, el sugiere se clasifique en tres distintas revoluciones:
- Revolución política: Iniciada por Francisco I. Madero, la cual triunfa cuando este logra la Presidencia, cabe mencionar que no se genero moneda en este periodo de 1910 a 1911.
- Revolución constitucionalista: La cual inicia con el asesinato del Presidente Madero y su Vicepresidente, concluye con el derrocamiento de Victoriano Huerta, tuvo su duración en 1913 y 1914, si se emite moneda.
- Revolución militar: Abarca los múltiples cambios de poder y luchas entre Emiliano Zapata, Francisco I. Madero, Venustiano Carranza, Alvaro Obregón, se considera concluye con la toma del poder de Carranza en 1917 (por medio de elecciones), si se acuña moneda en este periodo. También se puede concluir finaliza con su asesinato en 1920.
Máxime, en sus trabajos el Profesor Kemmerer divide este periodo partiendo del abandono del patrón oro en México, a partir del 1 de Julio de 1913, comenzando la era del papel moneda depreciado que duro más o menos hasta el 1 de diciembre de 1916, en esos tres años y cinco meses la base de la moneda puede catalogarse de la siguiente manera:
- Billetes de banco: 1 de Julio de 1913 a 14 de Agosto de 1914.
- Papel moneda Constitucionalista: 15 de Agosto de 1914 a 4 de Junio de 1916.
- Papel moneda «Infalsificable»: 5 de Junio a 1 de Diciembre de 1916.
Respecto a la administración de Victoriano Huerta, vale la pena hacer mención de dos decretos, el del 5 de noviembre de 1913, por el cual las monedas de 50 centavos vienen a reemplazar al peso, pasando a tener poder liberatorio ilimitado, siendo de curso forzoso, también, que los billetes del Banco Nacional de México y Londres y México serían de admisión obligatoria, así como de poder liberatorio ilimitado, por último, que los billetes de bancos locales serían de circulación forzosa en sus respectivos estados. Los bancos deberían mantener reservas en metálico, pero se les prohibía redimirlos por metálico.
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Balance financiero-bancario nacional para 1909 (Dueñes, 1945). |
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| Activo. Existencia en oro | 53,073,273.00 |
| Activo. En moneda pesos fuertes | 29,560,249.00 |
| Activo. En moneda fraccionaria | 5,490,827.83 |
| Pasivo. Billetes en circulación | 101,460,121.00 |
| Pasivo. Bonos en circulación | 45,557,400.00 |
El sistema completo bancario mexicano tenía al 31 de diciembre de 1912 un capital social de $174,500,000, con fondos de reserva ordinarios y extraordinarios de $64,822,419.83, es decir, la cifra que representaba en conjunto el capital unido a las reservas de los 32 bancos era de $239,322,319.83 (Dueñes, 1945)
El segundo decreto del 7 de enero de 1914 autorizó a los bancos locales a poder rebajar su reserva metálica de 50% a 33%, en cuanto al respaldo del billete, esto ocasiono un incremento de la circulación, y una sucesiva devaluación.
Ahora bien, cuando Venustiano Carranza toma la jefatura del Poder Ejecutivo ya tenía la idea de ordenar el sistema bancario el cual estaba en desastre desde hace años. En un discurso en Hermosillo en 1913 dijo lo siguiente respecto a las instituciones bancarias:
“Cambiaremos todo el actual sistema bancario, evitando las empresas particulares, que han absorbido por largos años las riquezas de México, y aboliremos el derecho de emisión de billetes o papel moneda por bancos particulares. La emisión de billetes deberá de ser privilegio exclusivo de la nación. Al triunfo de la Revolución se establecerá un banco único de emisión.”

Otra referencia que aporta información estadística a este periodo es el libro de Antonio Manero (1958) La Reforma Bancaria en la Revolución Constitucionalista, a continuación se transcribe lo conducente:
Estado bancario comparativo, 1912-1914. (pp. 35-36).
Existencias en metálico en diciembre de 1912…$92,608,871.00
Existencias en metálico en junio de 1914…$90,785,994.00
***Disminuyó…$1,828,877.00
Billetes en circulación en diciembre de 1912…$133,123,384.00
Billetes en circulación en junio de 1914…$231,315,698.00
***Aumentó…$98,192,305.00
Depósitos en diciembre de 1912…$171,153,201.00
Depósitos en junio de 1914…$108,196,405.00
***Disminuyó…$62,956,796.00
La garantía de los billetes en circulación de todo el sistema bancaria era de 26%, cuando la ley exigía 50%.
II. Emisiones constitucionalistas, a cargo de Venustiano Carranza y sus generales.
Si bien en lo histórico y económico es un periodo álgido y efervescente para los coleccionistas es muy rico y diverso, Venustiano Carranza antes y durante de controlar el poder emitió papel moneda para financiar su movimiento, mas tarde para legitimarlo y posteriormente para unificar todo el papel moneda circulante, los estudiosos dividen sus emisiones de billetes en las siguientes:
- La primera de 5 millones de pesos por el Ejército Constitucionalista en Monclova Coahuila 1913. Autorizada por el decreto del 26 de abril de 1913. En su momento se les llamo formalmente «Cédulas de la Obligación Provisional del Gobierno de México», coloquialmente «Ranitas» (por su color).
- Los billetes del Ejercito Constitucionalista de 25 millones de pesos de diciembre de 1913 a febrero de 1914. En diciembre 1913 se emiten15 millones y en febrero 1914 los últimos 10 millones.
- Al iniciarse la lucha con Villa, en noviembre de 1914 se hizo una nueva emisión con el fin de amortizar la anterior y cubrir nuevos gastos por 42,625,000 millones de pesos.
- El Gobierno Provisional de Veracruz, establecido por Venustiano Carranza en 1915 emitió papel moneda por la increíble cantidad de casi 600 millones de pesos.
- Por ultimo, con Carranza en la presidencia el 3 de abril de 1916 se emitió los billetes llamados los “infalsificables” por un monto en circulación de 520 millones, respaldados por 0.20 centavos de oro nacional por peso, estos no fueron aceptados y eran tomados hasta por una décima parte de su valor, se retiraron en menos de un año y medio. Por una parte, el gobierno nunca pudo juntar las reservas de oro, posteriormente se emitieron 40 millones más para cerrar en 540.
Es interesante notar que de los 540 millones de papel infalsificable emitidos sólo entraron a la circulación 440. Y, además sólo se necesitaban 67 millones de infalsificables para redimir el papel anterior, los restantes 373 millones se destinaron a «financiamiento gubernamental», lo que pone de manifiesto el carácter inflacionario de la emisión
El autor Ricardo Solís Ramírez (2018) sintetiza lo ocurrido con la emisión infalsificable de la siguiente manera:
Si bien, como se mencionaba anteriormente el gobierno asignó al papel moneda revolucionario un valor de veinte centavos oro por cada 100 pesos de las emisiones constitucionalistas. Eso significa que se asignó a cada peso de papel revolucionario un valor de dos centavos oro. Era una cifra modesta, muy alejada de lo que el gobierno había prometido pagar cuando la revolución triunfara. Pero era la primera vez que una emisión de papel moneda emitido por Carranza tenía un valor en metal. Para respaldar ese canje el gobierno anunció que crearía un fondo de 50 millones de pesos oro, que serían administrados por una Comisión Monetaria nombrada ex profeso.
La realidad fue que los infalsificables que tuvieron un valor en oro fueron solo aquellos que se pusieron en circulación en las primeras semanas. Lo que ocurrió con ellos era lo que podía anticiparse: sus tenedores, entre ellos los bancos, acudían inmediatamente a solicitar su pago en metal. Cuando la reserva se agotó y el pago en metálico se suspendió, el valor de los billetes comenzó su descenso. A partir de ese momento los infalsificables perdieron lo que les distanciaba de los billetes emitidos entre 1913 y 1915. En otras palabras, los infalsificables se convirtieron en una emisión más de papel moneda revolucionario.

ACERCA DE LA TERCERA EMISIÓN, ALGUNOS AUTORES MENCIONAN EL MONTO FUE EN REALIDAD DE $46, 625,000, OTROS SEÑALAN $42,625,000.

Importante hacer notar que la tercera y cuarta emisión podrán parecer iguales pero no lo son, la diferencia fundamental se encuentra en la parte central superior de cada billete. La tercera emisión fue fechada en la capital del país mientras que la cuarta en el Puerto de Veracruz cuando Carranza estableció temporalmente su gobierno en dicha ciudad por estar ocupada la capital.
Respecto a los billetes de la Ciudad de México, del Gobierno de Provisional con el resello «Revalidado, por decreto del 17 de diciembre de 1914″, estos obedecen al Gobierno de la Convención que siguió imprimiendo el mismo papel moneda que Carranza, cuando estos desalojaron la ciudad. Tiempo después Carranza desconocería estas emisiones.

Por decretos del 28 de abril y 31 de mayo de 1916 las anteriores cuatro series junto con cualquier otra emisión realizada por generales de Carranza fueron sacadas de circulación y perdieron validez el 31 de diciembre del mismo año. Todas esas piezas fueron reemplazadas por una quinta emisión conocida también como “Infalsificable” tuvo el objetivo de unificar a las anteriores emisiones, más no tuvo éxito. Fue autorizada en abril de 1916 y sacado de circulación en marzo de 1917.
Entre mayo y diciembre de 1916, se incineró 64.5% de las emisiones Veracruz y Ejército Constitucionalista. (Cortés Basurto, 2017).

A diferencia de Victoriano Huerta, Carranza nunca acudió a medios de crédito extranjeros (con excepción de los «Bonos del Tesoro que infructosamente trato de colocar en el mercaco internacional) , el pensaba que “Quien de dinero para la Revolución será amo de ella” por lo que siempre recurrió a financiarse por medio de el papel moneda el cual era también un empréstito pero sin tasa de interés ni fecha fija de vencimiento, además que con el no se subordinaba a un deudor a diferencia de los prestamos.

Sin embargo, en el Tomo I de Historia Numismática de México, el autor, Dr. Alberto F. Pradeau otorga las siguientes cifras:
- Primera emisión. Emisión Monclova…………………….5,000,000.00
- Segunda emisión. Emisión «Ejército Constitucionalista»………………………………………………25,000,000.00
- Tercera emisión. Emisión Gobierno Provisional…………….42,625,000.00
- Cuarta emisión. Emisión Veracruz Gobierno Provisional……………………………………………………………….599,329,221.00
- Quinta emisión. Emisión Infalsificables…………………..700,000,000.00
TOTAL…………………………………1,371,954,221.00
Esta cifra (del Dr. Pradeau) es avalada parcialmente por Alfredo N. Acosta en la obra «La Gestión Hacendaria de la Revolución», publicado en 1917.La única diferencia es que en cuanto a los «Infalsificables» se atribuyen $540,000,000
El autor Eduardo Turrent menciona el papel moneda revolucionario sufrió de cinco deficiencias fatales:
a) Cantidades elevadas de producción y arrojadas a la circulación.
b) Correlativo a lo anterior, la hiperinflación generada.
c) Diversidad de emisiones, causando confusión y fraudes.
d) Dudosa legalidad de muchos de esos billetes a lo largo del movimiento revolucionario. El billete podía ser auténtico, pero el tenedor no sabía si seguía o no siendo válido.
e) Falsificación, por su pobre calidad de manufactura.
El Profesor Edwin Walter Kemmerer en sus estudios menciono que: «El papel moneda revolucionario si bien era de curso forzoso y por lo tanto no aceptado podía implicar costos muy altos, incluyendo la vida, era a fin de cuentas una promesa de pago y un medio de liquidez. La permanencia del grupo que emitiera el papel moneda en una plaza o región podía llevar a que esos billetes circularan con algún descuento. Esto hacía que el costo de los gastos revolucionarios se fuera diluyendo en la sociedad y no recayera sólo sobre el grupo o individuo que hubiera tenido que enfrentar a los revolucionarios. Generalmente aquel que resultará el tenedor final de esos billetes era el que cargaba con un mayor costo».

Por otro lado, los egresos de la Revolución, es decir lo que costo, según cifras del Ejercito Constitucionalista, fue $96,000,000 oro y/o $855,000,000 en papel. Mientras que la deuda asciende a $125,000,0000
Al respecto, Antonio Manero (1958, p. 341) señala:
«Descartando las cantidades adeudadas por la nación por virtud de compromisos anteriores al movimiento revolucionario, puede decirse que el monto de las cantidades nuevamente adeudadas, apenas llegará a ciento veinticinco millones de pesos oro nacional, que es la suma que el país queda a deber después de cuatro años de lucha y que constituye el resultado de la gestión hacendaria de la Primera Jefatura. Dicha deuda es como sigue:
Papel infalsificable…$80,000,000.00
Por papel Veracruz…$5,000,000.00
Prestamos de los bancos…$20,000,000.00
Diversos adeudos…$20,000,000.00″
El 25 de febrero de 1916 Venustiano Carranza emite un comunicado instruyendo a la Secretaria de Hacienda cuales deberán ser medidas de la citada dependencia en aras de lograr estabilidad de la moneda ante fluctuaciones y pérdida de valor.
Respecto los cientos de millones de pesos emitidos por los Constitucionalistas se dice lo siguiente: “…la moneda emitida por el Gobierno Constitucionalista, es un préstamo hecho por el pueblo mexicano en los momentos de mayor necesidad, para la conquista de sus libertades, y por lo tanto, representa una deuda sagrada que ningún gobierno honrado podrá rehusarse a reconocer, siendo, por consiguiente, unas de las más justas y de las primeras que la Revolución debe pagar…” (Manero, 1958, p. 207)
III. Otras emisiones reconocidas por Carranza emitidas por bandos leales al Constitucionalismo.
Según el autor Diego G. López Rosado (1975) quien suma las antes descritas con otras son:
Para mayo de 1916 el monto de papel moneda reconocido por el gobierno constitucionalista ascendía a más de 1,500 millones de pesos, y entre las numerosas emisiones destacaban las siguientes :
a) La primera, llamada de Monclova, efectuada el 26 de abril de 1913, por 5 millones y que se integró con billetes con valor de 1, 2, 10, 50 y 100 pesos
b) La de «papel constitucionalista» con dos etapas: primera, del 28 de diciembre de 1913, por 15 millones, formada con billetes de 1, 5, 10 y 20 pesos y, la segunda, del 12 de febrero de 1914, por 10 millones, con billetes de las mismas denominaciones.
c) La del 6 de marzo de 1914, por 200 mil pesos, con billetes de 5 y 10 centavos, con curso limitado hasta por 10 pesos, que fue adicionada con 600 mil, por autorización del 10 de abril del mismo año, y la del 6 de mayo, con valor de 1 millón de pesos, de modo que sumadas arrojaron un total de 2.8 millones.
d) Al amparo del decreto del 6 de julio de 1914, salieron al mercado las «Obligaciones Provisionales del Erario Federal» popularmente conocidas como bonos, en denominaciones de 1 a 50 pesos y por valor total de 8.3 millones.
e) El 19 de septiembre de 1914, Carranza aprobó la emisión de papel moneda por 130 millones de pesos, ampliados con 70 millones más por el decreto del 18 de junio de 1915 cuando Veracruz fue la sede del gobierno constitucionalista, por lo que se conocieron como “billetes de Veracruz”. En ese mismo lugar, y para desplazar los emitidos por el gobierno surgido de la Convención de Aguascalientes, que tuvo un monto de 42.6 millones, ordenó una nueva emisión por esa misma cantidad.
f) La emisión autorizada a la Comisión Reguladora del Henequén, con fecha 12 de diciembre de 1914, por 10 millones, y
g) En agosto 26 de 1915 fueron lanzados 5 millones de pesos en billetes con denominaciones de 5, 10 y 20 centavos: 2 millones de cada uno de los primeros y 1 millón de los de 20 centavos; ampliada el 28 de septiembre de ese año en 3 millones, uno para cada una de las fracciones y que por estar impresos en ese material se les llamó «cartones»
IV El fin de los bancos particulares emisores y la construcción de un sistema financiero de gobierno.
En agosto de 1915 Carranza dio instrucciones al subsecretario encargado de la cartera de Hacienda Don Rafael Nieto para la formulación de un plan de organización bancaria el cual inspeccionará y regularizará la situación de los bancos. Éste plan fue presentado y aprobado, después se hizo público en Veracruz el 29 de septiembre de 1915 y consideraba los siguientes puntos:
- Se fija un plazo de 45 días a partir de la fecha del presente decreto para que los bancos de emisión ajusten su circulación de billetes al artículo 16 de la ley General de instituciones de crédito (Éste artículo dice que los bancos de emisión están obligados a tener en sus bóvedas un 50% del monto de sus depósitos y emisiones)
- Los bancos que no cumplan dentro del plazo fijado serán liquidados y su concesión será retirada de acuerdo a la ley actual. Con el objetivo de hacer efectivos los mandatos del decreto anterior se autorizó la creación de la Comisión Reguladora Inspectora de Instituciones de Crédito la cual reportara a la Secretaría de hacienda.
- La comisión tendrá todas las facultades de las leyes, reglamentos, decretos, circulares, y demás disposiciones vigentes sobre los bancos, tendrá el derecho de solicitar la información necesaria a los bancos, además gozará de facultades para hacer visitas a los bancos con el fin de corroborar lo que se menciona en sus libros de contabilidad, en caso de ser necesario podrían dar por caduca las concesiones de los bancos y liquidarlos, esto con el fin de unificar la emisión de billetes de banco. La comisión estará compuesta por un presidente, vocales y un abogado. La Comisión entrara en funciones el 26 de octubre de 1915, desde un principio se dejó en claro que cualquier arreglo con la anterior administración del general Huerta no sería válido por ningún motivo, asimismo se hacía ver la necesidad de la creación de un banco central de emisión administrado por el gobierno.
Los trabajos de la Comisión Inspectora comprobaron que la situación financiera de la mayoría de los bancos de emisión era insostenible ya que sus existencias metálicas eran insuficientes para hacer frente al rescate de sus billetes y devolución de los depósitos. La intervención del General Huerta en el sistema bancario había convertido los billetes de banco en papel moneda sin garantía. El 15 de abril de 1917 el Secretario de Hacienda mencionaba los bancos habían prestado a la administración de Huerta un total de 46.5 millones de pesos.

Este grupo de billetes revolucionarios emitidos de 1913 a 1918 fue subastado en junio del 2018 por Spink USA, Auction 341, lote #1282, vendido por $160 USD.
Dentro del estudio del papel moneda revolucionario las emisiones se pueden catalogar en cuatro tipos:
- Billetes de banco. Todos aquellos que iniciarón en el siglo XIX y principios del XX, los más preciados en el movimiento revolucionario.
- Billetes militares: Aquellos ordenados por generales, como en Chihuahua los «dos caritas», o por Carranza en Monclova.
- Billetes estatales: Ordenados por el gobierno estatal al cargo.
- Emisiones privadas: Aquellos de empresas mineras o haciendas.
Ahora bien, en cuanto a toca a resellos en papel moneda se pueden catalogar o dividir en diez tipos distintos (propuesta de Ricardo de León Tallavas, 2020):
1.- Genéricos en la emisión: Aquellos destinados únicamente a una denominación o familia de billetes en especifico.
2.- De validación: Que permiten o continúan su circulación y valor facial.
3.- De aduanas fronterizas: Resellado en aduanas.
4.- De Gobierno Local: La administración local los valida, puede tratarse de una emisión ajena al territorio de ese estado.
5.- Militares: Para garantizar su circulación, puede ser cuando es un billete de una fuerza contraria.

Distintos tipos de resellos en papel moneda revolucionario.
6.- De autentificación, validación o falsificación: Si la pieza es legitima (en su confección) o no.
7.- Múltiples y misceláneos.
8.- Origen desconocido.
9.- Comerciales: No relacionados a la Revolución, generalmente como obsequios.
10.- De fantasía: Anacrónicos al periodo.
Puede haber 2 veces el mismo resello en un billete, adicionalmente puede haber mezclados, es decir 1 billete con 2,3 4 resellos de las categorías antes reseñadas.
La Comisión Inspectora con la Secretaría de hacienda eliminó y retiro de circulación a todo el papel moneda emitido por las facciones villistas y zapatistas, estos fueron incinerados y los bancos regionales tuvieron que entregarle toda esta clase de billetes a la comisión.
La administración de Victoriano Huerta saqueó las reservas metálicas de muchos bancos dejando comprobantes de préstamos los cuales no eran válidos para la administración de Carranza y no eran considerados como metálico en reservas para la Comisión Inspectora. Los bonos del empréstito de Huerta, bonos del tesoro federal, y cualquier otro tipo de documentación que no fuera de la administración actual no podrá ser respaldada por la Comisión inspectora como dinero en caja, es decir sólo se considerarían las barras de oro y plata como dinero que respaldara los billetes. A finales de 1915 varios bancos fueron declarados en caducidad y sus concesiones anuladas, la razón era que no se apegaban al decreto del 29 de septiembre, tenían más billetes en circulación que dinero en caja, es decir, sus billetes no tenían el respaldo total que obligaban a ley.
Bajo esa misma tesitura, muchos bancos decidieron cambiar de estrategia de negocios, es decir de ser bancos de emisión se volvieron refaccionarios o hipotecarios esto con el fin de ajustarse a los nuevos lineamientos del gobierno y en cierta manera poder seguir vigentes. Otros bancos se fusionaron a banco más grandes con el objetivo de abarcar una zona mayor y dar mayor circulación a los billetes. La siguiente tabla detalla estos cambios, que no necesariamente sucedieron en el periodo revolucionario:
| Nombre | Fecha | Fusión, Cambio o Cierre |
| Nacional Monte de Piedad | 04/1884 | Continuó como banco de crédito prendario |
| Nacional Mexicano | 05/1884 | Se fusionó en el Nacional de México |
| Mercantil, Agrícola e Hipotecario | 05/1884 | Se fusionó en el Nacional de México |
| De Empleados | 08/1886 | Fue autorizado el traspaso al Banco de Londres |
| Mexicano | 01/1896 | Se fusionó al Minero |
| De Chihuahua | 06/1896 | Salió del sistema bancario1 |
| Comercial | 07/1900 | Se fusionó al Minero |
| Yucateco | 04/1908 | Se fusionó en el Peninsular Mexicano |
| Mercantil de Yucatán | 04/1908 | Se fusionó en el Peninsular Mexicano |
| De Campeche | 03/1909 | Se convirtió en banco refaccionario |
| De Michoacán | 03/1909 | Se convirtió en banco refaccionario |
| Chiapas | 06/1909 | Se fusionó al Oriental |
| Oaxaca | 06/1909 | Se fusionó al Oriental |
Los bancos declarados en caducidad fueron: Banco Peninsular Mexicano, Banco de Hidalgo, Banco de Guerrero, Banco de Querétaro, Banco de San Luis Potosí, Banco de Coahuila, Banco Oriental de México, Banco de Jalisco y Banco de Aguascalientes. Por otro lado, los bancos de Aguascalientes, Guanajuato, Morelos Durango y Chihuahua se le retiró la concesión por rehusarse a mostrar sus libros de inspección y balances por diversos pretextos. El Banco Minero de Chihuahua retiró sus billetes de circulación y pagó a sus acreedores 5 millones de pesos con certificados de depósitos del Banco Nacional de México el cual fungió como intermediario. La siguiente imagen sintetiza lo anterior:

Imagen recuperada de «Estudio de los billetes de diez pesos emitidos por el Banco de México S.A.», por Duane D. Douglas, 1977, Sociedad Numismática de México, México D.F, pagina 20.
Los bancos cuyas concesiones continuarán vigentes se dividieron en dos grupos el primer grupo que se regía por la ley de 1897 y los que se regían por convenios especiales con el gobierno anteriores a la mencionada ley.
Del primer grupo fueron los bancos del estado de Estado de México, Occidental de México, de Tabasco, Veracruz y Sonora del segundo grupo los Bancos Nacional de México, Londres y México y de Nuevo León.
El caso del Banco Nacional de México fue diferente ya que la Comisión reguladora encontró una existencia en caja de 37.8 millones de pesos más restando los billetes de otros bancos y bonos que existían la suma se quedó en 34 millones, su circulación en billetes era de 74.4, según la ley de 1897 este banco debió haber sido declarado en caducidad ya que el límite de circulación serían 68 millones, más cómo este se fundó antes de dicha ley y tenía acuerdos especiales con el gobierno el cual lo facultaba a tener en circulación hasta el triple de su cantidad en bóveda se le permitió seguir funcionando y no se le retiró su concesión.

Imagen recuperada de «Estudio de los billetes de diez pesos emitidos por el Banco de México S.A.», por Duane D. Douglas, 1977, Sociedad Numismática de México, México D.F, pagina 20.
Aun así el presidente Carranza se comunicó con el señor Nieto encargado de Hacienda solicitándole se le retiraran las concesiones especiales al Banco Nacional de México, Londres de México y de Nuevo León alegando que no se debería de dar privilegios a los bancos, la solicitud del primer jefe no fue aprobada y los bancos continuaron funcionando ya que se trataba de conservar el mayor patrimonio metálico que quedaba de los bancos después de los días de la administración de Huerta.
El banco de Londres y México se quedó cerca de haber sido declarado en caducidad ya que tenía en circulación 43.5 millones de pesos y según el contrato otorgado al banco en 1886 éste podrá tener circulación hasta 44.2 millones una pequeña diferencia que le otorgó vida al banco. Aun así la Comisión Reguladora hizo algunas sugerencias que el banco tenía que acatar para mejorar su funcionamiento.
En resumen, podemos decir que el total metálico existente en los bancos llegaba a 77.9 millones de pesos mientras que el total de circulación de billetes y depósitos se había elevado a 224.9 millones de pesos excediéndose sobre el 50% requerido por la ley General en 69 millones de pesos. El presidente Carranza había determinado intervenir las existencias metálicas de todos los bancos mientras se aprobará un plan de regularización de la circulación fiduciaria para establecer un nuevo sistema bancario nacional.
En la cuestión de los precios, una comparativa entre julio de 1914 julio de 1915, solo en la Ciudad de México, para algunos artículos básicos de la alimentación mostraba grandes aumentos.
| Maíz | 2400% |
| Frijol | 2400% |
| Arroz | 1420% |
| Azúcar | 940% |
| Harina | 940% |
¿Cuáles eran los ingresos diarios de un trabajador de la agricultura en el Porfiriato (1904)? Cifras para Monterrey, Nuevo León.
50 centavos al día.
Pero sí ese trabajador se desempeñaba en una empresa productiva grande (más de 100 empleados), el monto cambia a:
3 pesos al día.
Teniendo la anterior información ¿cuánto costaban los productos de la canasta básica en ese mismo periodo? (misma ciudad y época).
Un kilo de maíz 6.42 centavos
Un kilo de frijol 12.1 centavos
Un kilo de carne de res 26 centavos
Un kilo de carne de cerdo 50 centavos.Cerutti, Mario (2025, 1ra ed. 1983) Burguesía y capitalismo en Monterrey, 1850,1910. Fondo Editorial de Nuevo León. pp. 141, 142, 151
La Comisión inspectora envío un proyecto para el posible establecimiento de un Banco Único de Emisión al secretario de hacienda Luis Cabrera, en esta destacaban los siguientes puntos.
- El billete de banco tiene un valor de 12.5 centavos de dólar por peso, mientras que el billete infalsificable del gobierno constitucionalista tiene un valor de 0.10 pesos de dólar por peso.
- El fondo metálico de todos los bancos es de 75 millones, se pretende alcanzar un capital de 100 millones de pesos para la fundación de un banco único esto con el objetivo de unificar la circulación fiduciaria, fijar un nuevo valor monetario de los billetes debe ser una fijación exacta con su valor oro y una conversión efectiva con el dólar, la posibilidad de liquidar con una sola especie las hipotecas de los bancos y tener una facilidad para organizar presupuestos y pago de impuestos.
Con esto también los bancos ganaban ya que vendrían a cancelar su concesión con el 37.5% de su valor nominal quedado también ya en condiciones de ir liquidando sus carteras con el nuevo papel moneda circulante que tienen, ya una cotización fija sin más sacrificio que entregarle al gobierno la concesión para emitir.

Éste proyecto fue aprobado mas no fue establecido ya que la guerra civil continuaba en México aún existía gran cantidad de papel moneda de facciones revolucionarias e inestabilidad la cual era un riesgo para establecer un banco el cual podría quedar rápidamente sin garantía en su papel moneda.
Relacionado a lo anterior, es importante mencionar que las cotizaciones del Peso Mexicano llegaron a 2.59 centavos de dólar en mayo de 1916, cuando en agosto de 1914 estaba a 25 y en mayo de 1913 a 47.
Asimismo, se sabe que el tipo de cambio del peso ($1) contra el dólar ($1) que en 1910 era de 2.08, en 1914 pasa a 3.31, en 1915 a 11.15 y en 1916 a 23.82 (Manero, 1958, p. 64).
¿Cuál fue la razón de la rápida depreciación?, el Profesor Kemmerer señala: «La enorme cantidad del papel moneda puesto en circulación en una época en que las perturbaciones revolucionaria en todo el país habían reducido la producción y el intercambio comercial. En otras palabras, el papel moneda disminuía constantemente su valor en términos de oro, de mercancías y servicios, debido, sobre todo, a que la vieja ley de la oferta y la demanda se aplica en nuestro mundo económico al valor del dinero mismo. El dinero llegó a ser barato y los precios se elevaron constantemente porque hubo una cantidad excesiva de dinero en circulación y fueron pocas las mercancías existentes para comprarse y venderse».
Robustece lo anterior el comentario de Alfredo N. Acosta quien dice: «La depreciación del papel moneda revolucionario se debe en primer término al Gobierno usurpador de Huerta, que declaro la inconversión del billete de Banco.
El autor Ricardo Solís Rosales (2023) abona lo siguiente:
«La depreciación del tipo de cambio se intensificó en julio y agosto de 1913, cuando alcanzó el 30%. La diferencia entre el tipo de cambio y el valor de las monedas metálicas hizo rentable hacer operaciones de arbitraje, consistentes en comprar monedas en México pagando con billetes y enviarlas para su venta en los mercados internacionales, en especial a Nueva York.
La caída del tipo de cambio se transmitió a los bancos en la medida en que los tenedores de billetes los llevaban a las ventanillas de sus emisores pidiendo el pago en metálico y enviarlo al extranjero. Para los bancos esa demanda significaba la disminución de sus existencias metálicas y, de recrudecerse, implicaba su agotamiento. La demanda de pago de billetes se convertía, en consecuencia, en una bomba que podía estallar en cualquier momento, y tuvo lugar en noviembre y diciembre de ese mismo año.
[…]
En muchos casos, las monedas eran enviadas al exterior para venderlas como lingotes. La reducción de su cantidad en la economía llegó a ser tan importante que el gobierno se vio obligado a tomar medidas para reducir la sangría. La primera fue el decreto del 26 de agosto de 1913 que declaraba ilegal la exportación de monedas. Cuando la exportación tomó la forma de exportación de lingotes, el gobierno publicó el decreto del 1 de octubre, en el que se establecía que era igualmente ilegal la fundición de monedas y su exportación. Como era previsible, el alcance práctico de estas medidas fue extremadamente limitado.»
En septiembre de 1916 se emitieron varios decretos los cuales ordenaban la situación bancaria en el momento destacando que se otorga el monopolio bancario al gobierno siendo el único encargado de emitir billetes y controlar las finanzas nacionales, asimismo se le pide a los bancos que ajusten sus reservas metálicas a los billetes que tengan en circulación y ya no podrán emitir más billetes con fechas posteriores. Los bancos tendrían que tener una relación permanente con la Secretaría de hacienda para llevar a cabo todas sus funciones, además lo más importante, siendo que en un principio se exigió mantener el 50% de respaldo por billete en circulación y ahora un 100%, ningún banco estuvo en posibilidades de cumplir por lo que se incautarían los bancos indefinidamente es decir pasarían a ser propiedad del gobierno.
Por decreto de 15 de septiembre de 1916 se abrogaron las leyes que autorizaban las concesiones a los «bancos de emisión » y las disposiciones de la Ley General de Instituciones de Crédito de 1897
En 1917 se incautaron todos los bancos sus muebles e inmuebles pasaron a ser propiedad del gobierno el mismo gobierno tomó todos los bienes metálicos que pudo para lograr llevar a cabo un gobierno funcional. De esto estuvo a cargo la Comisión Monetaria.
La Comisión Monetaria también tuvo por objeto lograr la sustitución de las emisiones de moneda fiduciaria llamada de «Veracruz» y «Ejército Constitucionalista”. (Cortés Basurto, 2017).
Una de las medidas que impuso Carranza tratando de lograr la aceptación de sus emisiones consistió en obligar a los bancos a recibir los billetes constitucionalistas como pago de los adeudos que habían sido suscritos en la época de moneda metálica al tiempo en que otra disposición les imponía el pago de sus billetes en monedas de plata.
Si desea conocer más al respecto se recomienda la conferencia Viva Mexico! Numismatic Issues of the Revolution por Ricardo de Leon impartida en el 2010.
Robustece lo anterior, citando de nuevo al Profesor Kemmerer: «El 15 de septiembre de 1916 el gobierno de Venustiano Carranza tomó el control de los bancos y llevó a cabo una incautación de las reservas bancarias en metálico, a través de «Juntas de Incautación». La expropiación llevada a cabo por Carranza afectó a la totalidad del sistema bancario que aún se encontraba en operación, así como a aquellos bancos que habían cesado operaciones pero aún se mantenían algunas reservas».
Asimismo, Alfredo N. Acosta hace saber que el gobierno obligado por el déficit y la necesidad a tomar las reservas de los bancos para poder subsistir, se estima el monto incautado fue de veinte millones de pesos.
Respecto al déficit (gastos que superan a los ingresos), durante el periodo revolucionario fue de 70 millones de pesos anuales, que sin embargo fue menor al acumulado anualmente de 1825 a 1867 de 79 millones de pesos anuales.
En ese mismo año, se logró un poco de orden y estabilidad, ya que el Congreso Constituyente estableció los artículos 28 y 73, los cuales concedían al gobierno federal la facultad exclusiva de emitir moneda y billete así como atribuciones para legislar sobre la banca, de esta manera se pretendía dar termino a la emisión múltiple por parte de los bancos privados que había prevalecido hasta entonces.
¿Cuándo regresa la moneda metálica a circular desplazando al papel moneda?, el Profesor Kemmerer, comenta que existían dos escalas de precios, una en billete (muy alta) y otra en oro (muy baja), la gente que recibía sus sueldos en papel se vio incapacitada para comprar a los precios fijados, el salario era insuficiente para la comida del día de una persona. Finalmente, desesperados y bajo la presión de necesidades apremiantes se comenzó a exigir a los patrones una parte del pago en moneda metálica, esto ocasiono que la moneda regresara a la calle, la necesidad de sufragar los gastos diarios de sostenimiento hizo imposible que permaneciera atesorada.
El gobierno siguió el ejemplo de los patrones y adoptó el plan de pagar a sus empleados en moneda metálica, a esto se suma el inicio de acuñaciones de la Casa de Moneda, para 1917 había más oro circulando que antes de la Revolución.
Un dato interesante es que el fondo regulador anterior a la Revolución, cuya función era mantener la paridad de las monedas de plata con el peso oro, fue utilizado con propósitos fiscales durante la Revolución, y cesó de funcionar como fondo de redención a principios de 1913. Por consiguiente, durante el resto del periodo revolucionario las monedas de plata se mantuvieron en realidad por sus propios méritos, sin respaldo de redención en oro.
Para conocer más de la moneda y billete del periodo revolucionario se recomienda la lectura de este artículo.
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Para conocer la historia de la fundación del Banco de México (actual emisor de billetes CLICK AQUÍ).

Bibliografía:
- Acosta, N. Alfredo, (1917) La Gestión Hacendaria de la Revolución. Secretaria de Hacienda, México D.F.
- Banca Serfin (1990), 125 Años de la Banca Serfin. México D.F.
- Bátiz Vázquez, José Antonio (2003), Banco Nacional de México Su Historia 1884-2004. México D.F.
- Casa de Moneda de México (1989). La Casa de Moneda de México a más de 450 años. México D.F.: Miguel Ángel Porrúa Editores.
- Cavazos Lerma, Manuel (1976) Cincuenta Años de Política Monetaria en México en Cincuenta años de banca central: ensayos conmemorativos, 1925-1975. Fondo de Cultura Económica.
- De León Tallavas, Ricardo (2020) Seminario de la Historia del Billete en México, Sociedad Numismática de Monterrey.
- Douglas D. Duane (1977), Billetes de Diez Pesos. México D.F.
- Dueñes, Heliodoro (1945) Los Bancos y la Revolución. Editorial Cvltura. México.
- Gómez Mónica (2017), Los estados contables de los bancos de emisión en el México Porfiriano (1884-1910), en Historia Bancaria y Monetaria de América Latina. Editorial de la Universidad Cantabria.
- Kemmerer, Edwin W., (2010), Inflación y Revolución. La experiencia mexicana de 1912 a 1917. El estudio histórico del profesor Edwin Walter Kemmerer. Banco de México. México D.F.
- López Rosado, Diego (1975) Historia del Peso Mexicano. Fondo de Cultura Económica. México D.F.
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- Solís Rosales, Ricardo (2018) El proyecto de banca central propuesto en 1923 por el Banco Nacional de México en El Banco de México a través de sus constructores, 1917-2017 (formato PDF), coordinación de Leonor Ludlow y María Eugenia Romero Sotelo, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas, Facultad de Economía,
- Varios Autores, (2009), La Moneda Independencia y Revolución. Banco de México. México D.F.
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- Solís Rosales, Ricardo (2023) El sistema bancario porfiriano y las aportaciones de Enrique C. Creel. NortEstudios No. 13. Universidad Autónoma de Nuevo León.




