El siguiente artículo viene a explicar el origen, desarrollo y herencia de la importante Reforma Monetaria de 1905 que marco el antecedente de la moneda actual como la conocemos, su concepción, así como sus consecuencias y la correlativa primer crisis económica del siglo XX que tuvo lugar en 1907 y 1908.
La última década del siglo XIX y la primera del siglo XX fueron muy importantes para México, se estaba pasando por un proceso de modernización y urbanización. Las importaciones y exportaciones aumentaron, la producción minera y petrolera estaba en ascenso, el Ministro de Hacienda José Limantour había logrado equilibrar el presupuesto federal y con esto lograr un desarrollo prospero del país. En los primeros años del siglo XX las transacciones comerciales de carácter hipotecario y prendario eran actividades cotidianas para los ciudadanos, el sistema bancario crecía y avanzaba, sin embargo aún tenía sus debilidades particularmente en el crédito agrícola y aun se temía la ausencia de una autoridad monetaria central, si bien la Ley General de Instituciones de Crédito de 1897 logró mejorar las condiciones de la banca se sabía el sistema era frágil. (Para conocer más de esta importante ley CLICK AQUÍ)

En el 2005 con motivo del centenario de la Reforma Monetaria se emitieron dos monedas conmemorativas, $5 pesos no circulante en media onza de plata pura y $100 pesos bimetalica destinada a la circulación.
Dentro de los principales cambios legislativos se encuentra la denominada «Reforma Monetaria de 1905», de la cual múltiples investigaciones se han realizado por su impacto en la vida social, económica, política de la nación, en el aspecto Numismático es de vital importancia.
La ley monetaria vigente antes de 1905 fue aquella del 25 de noviembre de 1867, que reglamentaba la moneda circulante, para conocer más de esa etapa CLICK AQUÍ.
Los motivos que originaron tal cambio se remontan desde 1873, a partir de ahí y hasta entrado el siglo XX la fluctuación del mercado de la plata y su tendencia a la baja fue el tema económico en boga, que desgastaba y depreciaba en el mercado de cambios a la moneda mexicana. La baja del precio de la plata, gran parte de las exportaciones del país en aquella época obedecía a:
I. Al crecimiento de la producción mundial de dicho metal.
II. La desmonetización de la plata en Alemania y la adopción del patrón oro por algunos países.
III. El uso del papel moneda (respaldado en oro).
VI. La acuñación de la Casa de Moneda de México era totalmente inadecuada para el crecimiento del país. Las amonedaciones de plata tenían un valor intrínseco muy superior al valor facial, valor que fluctuaba de acuerdo a los vaivenes del mercado mundial.
La cotización internacional de la plata en términos de oro comenzó a descender desde 1873 y como el peso plata se cotizaba en el mercado internacional por el valor de su contenido metálico y no como divisa, la paridad 1:1 de peso-dólar comenzó a cambiar en perjuicio del peso plata.

En México el ultimo cuarto del siglo XIX marco el despegue del papel moneda, en la imagen 100 pesos Banco de Londres México y Sudamerica. Billete subastado por Heriage Auctions en la Central States World Currency Signature Auction, Chicago #4012, abril del 2019, ote #28756, vendido por $2,040 USD.
En 1902 la baja de los precios de la plata llegó a un nivel crítico que llamó la atención, no sólo del gobierno, ahora también la del público, ya que el peso mexicano se depreció un 50% en el lapso comprendido entre los años 1873 a 1902 en relación con el oro. En cuestión de precios existían dos escalas: las mercancías cotizadas en oro registraban una baja de 40%, mientras que los precios en plata un alza de 56%.
El autor Carlos Marichal en su obra «La deuda externa de Latinoamérica» (2018) señala otro factor a considerar que fue la deuda externa, en toda Latinoamérica desde 1873 se dio una crisis de deuda reflejada en moratorias, México desde 1867 tenía adeudos y en trienio 1873 a 1876 se suman Bolivia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay, por lo anterior, la crisis que se gesto desde 1873 fue un fenómeno regional, no solo nacional
En Marzo de 1903 la Comisión Internacional de Intercambio de Divisas de los Estados Unidos emitió a numerosas naciones (entre ellas México) recomendaciones para estabilizar sus monedas, así como las paridades-equivalencias de cambio entre oro y plata, entre las sugerencias estaba la adopción del patrón oro y que los Estados adquirieran plata a mayoreo para levantar y estabilizar los precios del metal argentífero, aunque no muchas naciones se sumaron a la propuesta.
En febrero de 1904 el gobierno creó una Comisión de Cambios y Moneda que recomendó la adopción del patrón oro, la prohibición de la libre acuñación de la plata y algunas medidas adicionales para apoyar la producción de ese metal.

Los integrantes de la comisión veían la adopción del patrón oro como el método para fijar el valor de las piezas de plata, y así acabar con la inestabilidad en los cambios y la continua depreciación del peso, sin perjuicio de mantener, aunque modificado, el régimen de circulación bimetálico.
Por todo ello se hizo necesario decretar una reforma monetaria que salvará al país de la ruina que se presentaría de continuar al desequilibrio de la balanza comercial entre la oferta y la demanda de la plata. Además, en la acuñación mexicana no se utilizaban los patrones internacionales, emitiéndose piezas antiguas y de curiosas aleaciones: 902.7 milésimas para la plata contra los 925 de la Sterling utilizada en Inglaterra, o los 900 empleados por la Unión Monetaria Latinoamericana. En lo relativo al oro, se acuñaba con un patrón de 875 milésimos contra el uso universal de 900, de manera que las monedas mexicanas no tenían relación con las acuñaciones en el extranjero.
El autor Manuel Cervantes retoma la exposición de motivos que realizó el Ministro Limantour en su momento respecto a la necesidad de esta enmienda legal, exponiendo que: “el comercio de importación no tiene ninguna seguridad en sus operaciones, porque carece de una moneda con valor fijo para el cálculo de sus precios”, haciendo referencia a la entrada de plata en pasta por particulares (mineros) a las casas de moneda para su amonedación en dinero circulante». Situación que (entre otras más) vendría a solucionar la mencionada Reforma.
Más aun, el mismo autor elogia a tal legislación por tres aspectos:
1.- Se supo conservar el peso republicano de plata como moneda legal mexicana;
2.- Se pudo conservar el peso mexicano para los mercados de Extremo Oriente; y
3.- Por la gran coordinación que supieron establecer el oro y la plata con la finalidad de obtener una unidad monetaria de valor fijo.

Como parte de la reforma, se retiraron monedas de plata de la circulación y fueron sustituidas por las de oro, pero lo que más afectó al grueso de la población fue la sustitución de las monedas fraccionarias de plata por otras de níquel y bronce .En ese contexto se publica esta hoja volante que, en forma de verso, habla de los problemas que ha ocasionado a la población el cambio de monedas de plata por monedas de níquel: los comerciantes se niegan a aceptarlas, por lo que los que sólo tienen monedas de níquel son, en la práctica, más pobres que quienes conservan las de plata. La imagen que ilustra la hoja muestra un mosaico de rostros —al menos, quince en primer plano y nueve en segundo— que expresan sorpresa, preocupación y tristeza. Entre todos ellos, hay hombres y mujeres, humildes y de clases altas, campesinos y citadinos, con diferentes ropas, sombreros e incluso uniformes. Parecería que el ilustrador, José Guadalupe Posada, intentaba transmitir la inconformidad de casi toda la sociedad y la amplia gama de reacciones y sentimientos provocados por la reforma monetaria de 1905. (Museo Nacional de la Estampa, divulgación con uso educativo, sin fines de lucro)
Respecto a este tema vale la pena hacer hincapié en una breve nota publicada en la Gaceta de la Sociedad Numismática de Monterrey en diciembre de 1979, que a continuación se cita:
LA UNIFORMIDAD DE LA MONEDA
Durante el siglo XIX, ciertos pesos y medidas se volvieron a repetir entre la gran variedad de las monedas acuñadas por las naciones Europeas. Esta uniformidad originada de la muy nombrada norma Napoleónica de conformidad establecida en 1803 por Francia y posteriormente adoptada por Bélgica, Suiza e Italia. Estos mismos países reestablecieron esta uniformidad en 1862 bajo un convenio conocido como la Unión Monetaria Latina (L.M.U.). Este tratado tuvo una gran influencia en el mundo con respecto a la acuñación de oro y de todas las monedas. Más de 20 gobiernos, incluyendo a Austria, Hungría y a Rusia, comenzaron a acuñar sus monedas de acuerdo a la norma de L.M.U., con una relación de plata a oro de 15.5 a 1. Bajo este convenio, todas las monedas de oro fueron acuñadas en una ley de 900 pares de oro a 100 pares de aleación, ejemplo, 900 finas (el oro puro tiene 999 partes finas o 24 (Karat) Quilates).
Dentro de la esfera de influencia Británica, una uniformidad similar desarrollada en las características de las monedas de oro desde 1820 hasta 1937. Su contenido en oro fue calificado en una ley de 916,166 (22 oro Karat). La acuñación de oro americana también fue 916,66 fino de 1795-1834, cuando la ley se redujo a 899.25, junto con una reducción de los pesos. Tres años después, en 1837, la ley (fineza) se incrementó a 900 (21.6 oro Karat), donde permaneció hasta 1933.

Un periódico de Monterrey anuncia el texto integro de la reforma a la Ley Monetaria, menciona como «Importantísimo Decreto» (La Voz de Nuevo León, 1 de Abril de 1901, Hemeroteca Universitaria UANL)
Incluso, los Estados Unidos recomendaron a México la adopción de un sistema basado en el patrón oro para así uniformar su régimen con el ya adoptado en la mayoría de las naciones
Los objetivos de la Reforma Monetaria fueron (i) equilibrar y fijar los cambios en el extranjero, (ii) equilibrar la circulación interna, (iii) promover una política anti inflacionista, (iv) fomentar el desarrollo industrial, agrícola y bancario.
También se prohibió la exportación de monedas mexicanas,dejar de exportar el peso mexicano a países foráneos como vil mercancía por su contenido de metal precioso, medida totalmente opuesta a cuando se retornó a los 8 Reales en 1873 con tal de no perder el mercado de la exportación de la moneda
El Congreso aprobó la reforma el 9 de diciembre de 1904, la cual fue sancionada por el Ejecutivo Federal el 25 de marzo de 1905, para entrar en vigor el 1 de mayo del mismo año.
La reforma monetaria aposto a encarecer la plata con pretensiones de utilizar el oro.
-Dra. Iliana Quintanar, 2021.
Ahora, bien, en relación con la amonedación, la Reforma en uno de sus artículos prohibiría a particulares la introducción de metales preciosos para su acuñación (como se llevaba haciendo por más de 200 años) así como el fin de los arrendamientos y el cese de operaciones de todas las Casas de Moneda dejando únicamente a la de la capital

Desde 1869 se venía acuñando el mismo cono monetario previo a la Reforma Monetaria de 1905 (para conocer esas monedas CLICK AQUÍ). En este caso 5 pesos oro «Balanza» 8.46 gr, 22mm diámetro, ley 0.875. (La moneda de la imagen fue subastada por Fritz Rudolf Künker GmbH & Co. KG Auction 321, el 15 Mar 2019, lote #6322 por $873 USD.

A partir de 1905 se introduce un nuevo cono monetario, (que hasta la fecha se continúa acuñando con propósitos distintos a la circulación). Para conocer más de estas monedas CLICK AQUÍ. En la imagen 5 pesos «Hidalgo» oro 1905, 4.1 gr, 19mm de diámetro, ley 0.900. (La moneda de la fotografía fue subastada por Stack´s Bowers Collectors Choice Online Auction – World Coins, febrero 2019, lote #71527 por $504 USD.
A lo largo de 1905 y 1906 el gobierno restringió el circulante de plata en toda la nación, se deshizo de varios millones de monedas y barras de plata vendiéndolas (esto por la constante disminución del precio de la plata y el abandono del sistema bimetalista [plata y oro] al patrón oro).
La venta de toda esta plata solo causo una contracción de la economía y de la circulación del dinero. Esto se quiso solucionar acuñando más moneda fraccionaria para devolver el circulante al pueblo y reavivar la economía más para este año solo la Casa de Moneda de México de la Ciudad de México estaba en operaciones y no tenía la capacidad para acuñar tanta moneda en tan poco tiempo, esto por su limitada infraestructura en aquel momento.
Por lo anterior, el gobierno se vio obligado a acudir a Casas de Moneda en el país vecino en Denver y California para realizar la acuñación de moneda de plata fraccionaria así como moneda de oro. Resulta paradójico que años atrás el gobierno cerrara todas las casas de moneda en el interior del país, siendo que en menos de una década pasará a depender de otras naciones para poder satisfacer la demanda de circulante metálico. Este tema se aborda ampliamente en el siguiente artículo CLICK AQUÍ.

Carta cuenta (factura, acuse o comprobante) de metales a la Casa de Moneda de México por un particular en 1905, introdujo metal en pasta que fue refinado y amonedado. (Centro de Estudios de Historia de México. Grupo Carso)
Ahora bien, esto puede tener una explicación u opinión al respecto en 1968 escribía Miguel L. Muñoz en la revista “Artes de México” (No. 103, Año XV) una colaboración titulada “Amonedación en el siglo XX”, ahí menciona información de interés para el tema que nos ocupa:
El ritmo cada día más acelerado del siglo XX, pronto repercutió en nuestro país. El mundo se hizo pequeño. Las comunicaciones rápidas informaban al minuto de las fluctuaciones de la plata en los mercados mundiales, mismas que repercutían prontamente en nuestros centros mineros y en los transportes mineros que también se tornaban rápidos y eficaces. Esta fue una razón más por la que cerraron las principales Casas de Moneda de Culiacán y Zacatecas que operaban a principios de este siglo.
Con la Reforma Monetaria de 1905 el gobierno mexicano introdujo una nueva serie de monedas de oro ley 0.900 en distintas denominaciones y pesos, esto con el fin de poder competir en el mercado internacional del oro. Las primeras monedas tenían el busto de Hidalgo de 5 y 10 pesos, ya con la leyenda «Estados Unidos Mexicanos». (Si deseas conocer más acerca de las monedas de oro Mexicanas click aquí)
Un fenómeno curioso fue que de 1905 a 1909 los pesos (del cuño viejo, creado en 1898) no fueron modificados por las leyes de 1905 (aunque si se proyecto en la ley), de tal suerte que la nueva moneda ley 0.800 contenía menos plata que el peso 0.900, en otras palabras no existía exacta convertibilidad entre dos monedas de 50 centavos y una de 1 peso, la gente no presto importancia a ello, de lo contrario el peso hubiera sido atesorado y sacado de circulación pronto, fue hasta 1918 que ambos tipos se igualaron en ley de metal fino.

Desde el siglo XVI la moneda mexicana fue exportada masivamente, al ser introducida en naciones foráneas era sellada o validada con marcas (chops) que garantizaban su buen peso y contenido de plata, a mayor resellos más legitimada la moneda. En la imagen 8 Reales Zacatecas de 1853, pieza subastada por Stephen Album Rare Coins Auction 31 en mayo del 2018, lote #2884, vendido por $650 USD.
Para conocer más de la circulación de la moneda mexicana en otros países se invita a leer el artículo «The end of the Mexican Dollar», CLICK AQUÍ.

La Reforma Monetaria prohibió la exportación de la moneda mexicana, a pesar de ello se pueden encontrar «Pesos Fuertes» acuñados de 1898 a 1909 con «chops» del continente asiático, incluso «Pesos Caballito» troquelados de 1910 a 1914. Moneda subastada por Fritz Rudolf Künker GmbH & Co. KG Auction 228 en marzo del 2013, lote #3479 vendido por $200 USD.
Con dicha Reforma a la Ley Monetaria se fijo en México el patrón oro, más también trajo cambios impulsados por Limantour, como la consolidación de la deuda pública, control de ferrocarriles, organización del sistema bancario, y un sistema de crédito para la agricultura.
La política de crecimiento de Limantour estaba centrada en la visión de los grupos dominantes de México con ideologías positivistas, la industrialización estaba como base de un desarrollo capitalista, se deseaba una integración de la política y economía del país con el fin de alcanzar ingresos que tenían países avanzados. El país deseaba convertirse en un productor de bienes manufacturados para dejar de ser una economía agrícola y minera.

México tenía el problema de que pasó a ser el único país que manejaba plata para sus pagos, tanto importaciones y exportaciones, que al ser convertidas en oro se perdía más la mitad del valor de los productos. Este factor fue el que más ejerció presión para inclinar a México al ingreso del sistema monetario del patrón oro de 1905.
El Dr. Edwin W. Kemmerer (ferviente seguidor del patrón oro) en sus estudios mencionó: «en un sistema metalista, como los que predominarón en el mundo hasta el primer tercio del siglo XX, el valor del dinero tiene como parámetro de referencia un metal precioso. Un dinero fiduciario como el papel moneda era un contrato que contenía una promesa de pago (el cual en última instancia estaba referenciado a un metal precioso) y un derecho a redimirlo. El dinero fiduciario necesitaba, además, de dos pilares para funcionar de forma sostenida: por un lado, la confianza; por el otro, un orden institucional que garantizara el cumplimiento del contrato que estaba plasmado en él».
Poco tiempo duro la bonanza de los primeros años posteriores a la Reforma, México no era ajeno al contexto internacional, su incertidumbre y especulación. Es de relevancia que tres meses después de la Reforma Monetaria, el precio de la plata se elevó en el mercado mundial al grado que sobrepasó su paridad legal; lo anterior logró dotar al gobierno de estabilidad cambiaria, la alza duró de junio de 1905 a junio de 1907. Durante este período la reforma se consolidó, se lograron vender pesos plata a precios en oro lo cual ayudó de gran manera a la economía

En 1907 y 1908 una crisis llegó y afectó a México, la plata se abarataba y como México era un gran exportador de este metal recibió menos dinero por su materia prima lo que causó un desequilibrio financiero. En el mercado de Londres en 1877 una onza de plata se cotizaba en 54 peniques y para 1904 en 24 peniques. Incluso, los «Pesos Fuertes» que se venían acuñando desde 1898 de manera consecutiva no se acuñan en 1906 y 1907, correlativo a las fluctuaciones del metal argentífero.
Ahora bien, ¿por qué continuó labrándose dicha moneda si desde la ley de 1905 se preveía una nueva?, la respuesta la aporta el Dr. Alberto F. Pradeau en la pagina 152 del Tomo I en su obra «Historia Numismática de México», donde menciona que cuando el peso se dejo de acuñar por valer más como metal que como moneda los particulares los acapararon, al grado que para agosto de 1907 no había moneda en circulación, por lo anterior, para prevenir la escasez urgía acuñar piezas de plata, tanto pesos como 50 centavos por lo que a pesar de las disposiciones de la Ley Monetaria de 1905 la Comisión Monetaria se vio forzada revivir el viejo peso de plata.

La política hacendaria de Limantour de introducir el patrón oro buscaba que México se integrará al mercado internacional, fuera más competitivo y mejorará su economía, más la dependencia con la plata aún era clara. En la primera década del siglo XX la plata representaba un 75% de las exportaciones nacionales. El proceso del cambio del peso mexicano de plata por oro como patrón monetario fue complicado y dio lugar a los debates que apoyaban las ideas de Matías Romero por un bimetalismo (oro y plata como patrón) y a los ideales de Limantour solo oro.
En esa misma tesitura, Romero decía que la depreciación de la plata la cual por su tipo de efecto sobre el tipo de cambio del peso lograba estimular el desarrollo del país, la plata debía de ser mantenida como medio de pago internacional, soin embargo, eran necesarias nuevas reformas bajo ideales capitalistas que permitieran un intercambio internacional para ajustar desequilibrios, es por eso incluir al oro junto a la plata. La depreciación de la plata tenía beneficios a las exportaciones y a la industria.
De manera contraría, Limantour decía que era necesario estabilizar el tipo de cambio, ya que el valor de la plata no era estable e impedían un sano comercio exterior lo cual dificultaba la inversión extranjera. Con la elección de Roosevelt en Estados Unidos el patrón oro gano pasó frente al bimetalismo.
Si se desea profundizar al respecto se recomienda el artículo: La comisión de cambios y moneda: un antecedente institucional de política monetaria en México, 1905-1909 CLICK AQUÍ.
En la subasta #88 del 20 de diciembre de 1999 ofrecida por Richard A. Long el lote número 515 es un artefacto de especial interés histórico. Se trata de un estuche que contiene una moneda de $20 dólares oro de los Estados Unidos de 1897 sin circular, unida a una cadena. En la tapa superior del estuche que guarda dicha moneda se lee:
«Comisión de cambios y moneda, México. Esta pieza fue tomada de la primera remesa de oro que esta Comisión recibió en México el 1 de diciembre de 1905 a cambio de pesos fuertes de plata a la paridad legal, en virtud de la reforma monetaria decretada en 25 de marzo del mismo año de 1905. México. Enero 1 de 1906».
Contiene las firmas autógrafas del Vicepresidente y del Jefe de la Oficina.
Al Estado mexicano le interesaba estabilizar el tipo de cambio exterior, ordenar la circulación monetaria y el sistema de precios internos, pero también buscaba evitar los efectos que estas fluctuaciones causaban a las finanzas públicas. La constante depreciación del peso de plata servía de escudo a la industria nacional, había una disminución de las importaciones y con ello a los ingresos del gobierno. Por otro lado, el servicio de la deuda pública externa cuya equivalencia era en oro aumento enormemente, la deuda pública requería de estabilidad monetaria o de lo contrario sería prácticamente imposible solicitar nuevos préstamos, ejemplo de ello es que la deuda externa paso de 160 a 320 millones de pesos, siendo que la paridad del peso fue alterada, una devaluación de 50%, frente al oro y el dólar.
La reforma monetaria fue una solución de altos costos sociales para la población de menores ingresos pero indispensable según los políticos. La adopción del patrón oro tenía efectos de más largo plazo de los que se podrían calcular con certeza esto había provocado una redistribución del ingreso favor de ciertos grupos económicos. Más también existían beneficios como ajustarse por primera vez a un sistema económico global esto permitiría el flujo de bienes y capitales quedando expuestos a resentir fluctuaciones de las economías capitalistas industrializadas.

Antiguo cono monetario (1869 – 1905), no todas las denominaciones fueron acuñadas hasta el último año, más si fueron circulante hasta su paulatino cambio desde 1905. En la fotografía 50 centavos 1887, ceca Culiacan, 13.56 gr, 30mm de diámetro, ley 0.902. La moneda de la imagen fue subastada por Ira and Larry Goldberg Auctioneers Auction 100, septiembre 2017, lote #2736, por $230 USD.

La Reforma Monetaria trajo las «Monedas Resplandor», por el diseño del Gorro Frigio por encima de la denominación, uniformando el cono monetario de 10, 20, 50 centavos y 1 peso, concluyendo en 1945 (algunos valores). La moneda de la fotografía fue subastada por Stack’s Bowers & Ponterio NYINC Auction, enero 2018, lote #24455, por $58 USD.
Esta reforma causó un flujo de capitales en una escala superior a la de los años precedentes, sólo en Londres se crearon 22 sociedades destinadas a operar en México en 1905 32 más y en 1906 las inversiones superaban los 3 millones de pesos. Entre 1905 y 1907 se habían invertido alrededor de 86 millones de dólares en distintas actividades como los bancos, la industria, la minería, los ferrocarriles, el transporte y los bonos hipotecarios.
La reforma monetaria tuvo una fuerte repercusión en la vida social y política de los mexicanos algunos decían que fue beneficiosa y otros que fue negativa, El peso mexicano no sólo se depreció por su metal en plata, también se deprecio contra el dólar, en 1899 el peso mexicano se cotizaba frente al dólar en 1.3 y para 1910 en 2.08.
Respecto a las opiniones en contra a principios del siglo XX el abogado Toribio Esquivel Obregón mencionó:
[…] el mismo Gobierno repito, no ésta exento de los errores cometidos por los especialistas; al contrario llena está la historia de sus faltas económicas, por más que se siga abrigando la creencia de su inefabilidad, y que el pueblo de buena fe, no dé muestras de curarse de esta superstición […] Vino al fin la ley que reglamentó nuestra moneda, y el público, con su confianza eterna, esperó de ella su salvación; pero cuando, al poco tiempo, se observó el fenómeno de que nuestra moneda valía más en el extranjero que entre nosotros mismos; y que el Gobierno tuvo que dictar medidas fiscales de resultados más o menos dudosos para evitar que nuestras arcas se vaciaran enteramente en otros países…

El contexto de esta primera crisis del siglo XX se caracterizó por una mutación bancaria y crediticia afecto a México en 1907 y 1908, los ahorradores corrían a los bancos a retirar todos sus ahorros, por miedo a que su dinero valga cada día menos. Los bancos se quedaron sin fondos por el masivo retiro de capitales, asimismo no pudieron respaldar sus emisiones de billetes por oro en el corto plazo en el que pasaron estos movimientos, el gobierno no estaba en las mejores condiciones económicas en esos momentos. Al principio, esta baja no produjo graves consecuencias en la economía mexicana, en virtud de que se compenso duplicando la producción de plata para mantener el nivel de ingreso de divisas, a pesar de que el precio de la plata bajo hasta el 50%.
Por la situación bancaria, se realizó una reforma a la Ley Bancaria de 1897, dando oportunidad a los bancos emisores de billetes hacerse refaccionarios a falta de la liquidez que imperaba en el sistema bancario mexicano, los Bancos de Campeche, Oaxaca y Michoacan, tomaron la oportunidad, no podían afrontar más la falta de moneda y correlativo canje de sus billetes así como los bajos precios de la plata.
En otras palabras, vale la pena citar al investigador Ricardo de León Tallavas quien en la conferencia del 2012 Establishment of the Banking System in Mexico, 1864-1910, menciono respecto a esta situación lo siguiente:
En 1908 el Ministro de Hacienda noto que los banqueros para establecer una nueva institución financiera ejecutaban practicas corruptas, por ejemplo: 5 socios se juntaban, cada quien aportaba 20,000 de capital para fundar un banco con un capital social total de 100,000, posterior a ello y con la concesión otorgada pedían al banco prestamos de 20,000 los 5, así reintegraban su capital, a pesar de dejar al banco sin respaldo alguno, hacer dinero sin fondos, por lo anterior el Ministro de Hacienda solicito que para evitar crisis bancarias futuras este tipo de bancos cambiaran su negocio, de bancos emisores a bancos hipotecarios o refaccionarios.

$20, Banco de Michoacan, 1903. Colección Privada.
Un segundo autor, reafirma lo dicho anteriormente, Manuel Cavazos Lerma expone:
«En 1907, el sistema bancario entro en crisis en parte por la competencia y el afán de prestar “hasta el ultimo centavo” que se tenga en caja”, y en parte por la arraigada costumbre de congelar carteras con prestamos a largo plazo, concedidos en círculos restringidos, que incluía los propios administradores de los bancos (autopréstamo), confundiendo “la seguridad con la oportunidad en los pagos”. El 9 de Mayo de 1908 se emite reglamentación para evitar estas prácticas, se obligó a que los pasivos exigibles de los bancos -principalmente billetes y depósitos- estuvieran respaldados por valores que fueran seguros y de fácil realización; prohibiendo el autopréstamo, si un banco llegase a tener problemas con la circulación de sus billetes tendría que migrar a una concesión refaccionaría».
Los acontecimientos de 1907 en la economía mundial detuvieron el flujo de fondos de inversión extranjera en México, los bancos se encontraban en situaciones desastrosas. Se presento una disminución de la actividad económica, aumentaron las tasas de crédito, se redujeron los préstamos, y el peso se fijó a un equivalencia fija de 75 centigramos de oro puro equivalente entonces a 49.85 centavos de dólar.
| Balance financiero-bancario nacional para 1909 (Dueñes, 1945). | |
| Activo. Existencia en oro | 53,073,273.00 |
| Activo. En moneda pesos fuertes | 29,560,249.00 |
| Activo. En moneda fraccionaria | 5,490,827.83 |
| Pasivo. Billetes en circulación | 101,460,121.00 |
| Pasivo. Bonos en circulación | 45,557,400.00 |
El sistema completo bancario mexicano tenía al 31 de diciembre de 1912 un capital social de $174,500,000, con fondos de reserva ordinarios y extraordinarios de $64,822,419.83, es decir, la cifra que representaba en conjunto el capital unido a las reservas de los 32 bancos era de $239,322,319.83 (Dueñes, 1945)

Otros sectores fueron afectados por la crisis como las importaciones y exportaciones de los textiles, el algodón, el henequén, la minería entre otros. Los bancos no podían satisfacer la demanda de crédito, Limantour consideraba que la debilidad del sistema bancario radica en el hecho de que los bancos estaban acostumbrados a operar en transacciones que comprometían una proporción considerable de su capital en préstamos de recuperación muy lenta. A los bancos se les obligó a ajustar sus reservas de metálico en proporción de tres a uno según sus billetes en circulación. El Nacional de México y el de Londres y México con problemas se ajustaban a las normas de Hacienda, más los bancos estatales no podían debido a lo limitado de sus carteras.
A pesar de lo anterior, el Gobierno de Díaz dejo la Presidencia con un superávit en la Tesorería de 62 millones de pesos.
El patrón oro en México fue abandonado con la ley Monetaria de 1931, pero fue hasta 1936 que se abandonó por completo.
Para mayor abundamiento y comprensión del presente texto mucho se recomienda la lectura del artículo La Reforma Monetaria de 1905 y la implantación del patrón oro en México, a cargo de Pablo Casas Rábago, publicado en “El Boletín Numismático” de la Sociedad Numismática de México, No. 239, (abril-junio 2013). En tal publicación es de destacar el siguiente contenido:
- Se expone brevemente cuales fueron los antecedentes y causas de la Reforma Monetaria de 1905, y las razones por las cuales México decidió adoptar en esa época el patrón oro.
- Se parte de los antecedentes coloniales, donde se rescata que de 1730 a 1905 la equivalencia del oro con la plata fue de 1 a 16. Así como la implementación mundial paulatina del patrón oro del siglo XIX y el rezago de México por mantener una paridad ilusoria.
- Los antecedentes de la Reforma Monetaria de 1905, donde se consolido el sistema métrico decimal, la facultad exclusiva del Ejecutivo para acuñar moneda, dejando a un lado a particulares en esta actividad, es decir ya no podrán llevar metales y solicitar su amonedación a las cecas.
- La creación de la Comisión de Cambios y Moneda.
- Los cambios sufridos en la época Revolucionaria.
- El patrón oro otorgo estabilidad a la moneda, que no daba la plata o el antiguo bimetalismo.
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Bibliografía:
- Andrew, Piatt A, (1904) The end of the mexican dollar en The Quartely Journal of Economics, May 1904, Vol. 18, No. 3 (May, 1904), pp. 321-356. Recuperado de: https://www.jstor.org/stable/pdf/1884074.pdf
- Banco Nacional de México, (2004). Historia del Banco Nacional de México 1884-2004. México D.F.
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- Bazant, Jan (1995) Historia de la deuda exterior de México (1823-1946), El Colegio de México.
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