La Casa de Moneda del Estado de México

La geografía de la República Mexicana en el siglo XIX fue bastante efervescente, es el caso del Estado de México, respecto al tema José Manuel Sobrino señala:

El Estado de México obtuvo tal categoría de acuerdo con lo dispuesto en la Constitución de 1824, aunque su territorio se redujo debido a la formación del Distrito Federal dentro de sus límites. En 1836 se convierte en Departamento e incluye nuevamente al Distrito Federal, además del territorio de Tlaxcala. Con el Federalismo, recupera en 1847 su calidad de Estado, pero se le separan el Distrito Federal y Tlaxcala. Otra merma de su territorio la experimenta en 1849 al crearse el Estado de Guerrero. Por decreto del 16 de febrero de 1854, se amplía el Distrito Federal a expensas del Estado de México y éste, en 1869, nuevamente pierde extensión, pues se crean los estados de Hidalgo y Morelos. 

Bajo esa misma tesitura, con la Constitución de 1824 el Estado de México se dividió en cinco territorios a razón de: México, San Juan Teotihuacán, Taxco, Toluca y Tulancingo, para la época de apertura de la ceca la capital del estado era Tlalpam (el traslado a Toluca sería hasta 1830). Adicionalmente, la inestabilidad no solo estuvo en territorio, también en política, es de destacar que de 1824 a 1833 el Estado de México tuvo nueve diferentes gobernadores, lo cual correlativamente afecto la vida de una empresa pública como lo fue la Casa de Moneda de Tlalpan.

En Nahuatl la palabra Tlalpam significa «sobre la tierra» refiriendose al hecho que dicha localidad se encontraba mas elevado que el resto del valle. En la época española Tlalpam fue llamado «San Agustin de las Cuevas»

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División política del Estado de México.

A pesar de ubicarse a casí 17 kilómetros de la Casa de Moneda de la Ciudad de México el gobierno impulso la creación de la ceca argumentando sería un éxito en vista de la gran riqueza minera de la región, que los mineros la preferirían porque se ahorrarían los gastos de transporte y, sobre todo porque aumentaría la recaudación fiscal. Aunque paradójicamente los mineros de la zona no respaldaron el proyecto. Ya desde el 12 de septiembre de 1825 el gobierno estatal autorizó la compra de metales por un importe de $95,000, provenientes de Taxco, Pachuca, Zimapán y Temascaltepec, con el fin de ser amonedados en el interior de la nueva fabrica de moneda próxima a operar.

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8 Reales 1829, Estado de México, Tlalpam. Moneda subastada por Classical Numismatic Group, LLC Triton XIX Sessions 1 & 2, enero 2016, lote #797. Vendida por $1,800 USD.

Respecto a los temas fiscales vale la pena mencionar que un 2% de impuesto sería cobrado sobre el valor de la plata y oro a amonedar por parte del Estado, aquellos que labren moneda sin pagar el derecho correspondiente se les aplicaría una penalización del 3% adicional sobre la base del anterior gravamen.

Ahora bien, respecto al funcionamiento de casas de moneda en las entidades de la nación fue el 1 de agosto de 1823 cuando se emite la ley que ordena a todas las cecas de la República a solo utilizar los troqueles remitidos de la casa de moneda en la capital, con la finalidad de uniformar la moneda. Aunque la autorización oficial a los estados de aperturar y operar casas de moneda no llegaría hasta el 4 de agosto de 1824, se incluía además la fiscalización de las fábricas de moneda. Posterior a ello, en la legislación será el artículo 50 de la Constitución de 1824 en donde la Federación se reserva lo relativo a determinar y uniformar en todos los estados el peso, la ley, el valor, el tipo y la denominación de las monedas.

troqueles

Troqueles.

El 16 de noviembre de 1824 se emitió el decreto que autoriza a los Estados de la Federación a ocuparse de la apertura y administración de sus propias casas de moneda, al poco tiempo, el 1 de julio de 1825 Melchor Muzquiz presenta el primer anteproyecto pensando en la ciudad de Tlalpam.

La casa de la moneda estaría integrada por una oficina de apartado y una oficina de ensaye; en la primera se realizaría la separación de metales, pues en aquella época, las compañías mineras entregaban el mineral mezclado, además de aislar los metales, se encargaban de elaborar los lingotes de cada metal, pagando las compañías en moneda el derecho de apartado; en la segunda, se examinarían los componentes de las monedas con el propósito de verificar sus especificaciones, así como la composición de las mismas (Secretaría de Finanzas, 1987).

Oro

La moneda de oro (principalmente la baja denominación) se acuñó muy poco desde la época virreinal hasta su fin en el siglo XIX. 

Respecto a la integrante marca de ceca «EoMo» esta debió haber sido como lo dictaba la regla (no oficial), con la primera y última letra de la ciudad de operaciones (no el estado) en este caso «Tn» o bien «Tm», más los benefactores del proyecto desean el prestigio de la marca «Mo» (Ciudad de México) por lo que optaron por la primera y última letra de «Estado» y de «México«, quedando «EoMo«. Esta misma hipótesis es confirmada por Ricardo de León Tallavas, la envidia de Tlalpan a la Ceca de la Ciudad de México fue el motivo de el uso de tales letras, en la conferencia del 2013 «Los pecados capitales en la moneda mexicana» (minuto 42:30 a 49:50) se comenta.

Retomando lo anteriormente descrito, en la obra “Enciclopedia Numismática del Estado de México” de 1975, el autor Miguel L. Muñoz apunta:

“…El logotipo que le correspondía a esta ceca era “Tm”, para Tlalpam, o “Tn”, si se quiere decir Tlalpan. Creemos que los que pretendió en este caso, fue incorporar en las siglas “EoMo”, el logotipo “Mo”, y así gozar de algo de prestigio de la marca de la ceca de la Ciudad de México.”

Los principales benefactores del proyecto fueron los gobernadores mexiquenses Melchor Múzquiz, Lorenzo de Zavala y Joaquín, Lebrija. La cronología de hechos desde su apertura hasta su cese de operaciones es la siguiente:

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Algunos autores no separan las fechas de presentación de la iniciativa de ley al Congreso (25 de junio 1825), el inicio del tramite legislativo y publicación del proyecto (1 de julio de 1825), la aprobación por el Congreso (26 de mayo de 1827) y el inicio formal de funciones (23 de febrero de 1828), aunque hasta la fecha hay discrepancias en fechas.

El plan de la legislatura del Estado de México era habilitar una amonedación que fungiera como banco refaccionario, invirtiendo dinero público para que en las tesorerías de los distritos mineros se cambiase inmediatamente el mineral extraído por moneda.

La investigadora Rina Ortiz Peralta apunta que:

Dado que el grueso que la producción minera estaba destinado a la acuñación de metales para la exportación, las casas de moneda estaban colocados como intermediarios indispensables y constituían el paso obligado en donde el erario público cobraba una importante parte de sus derechos, por el exclusivo derecho de la nación a emitir moneda.

Desde un inició ningún empresario del sector privado mostró interés en arrendar el establecimiento, por lo que su administración corrió a cargo de la administración estatal, aunque su producción por mucho fue inferior a otras cecas en el mismo periodo. Las amonedaciones iniciaron el 23 de febrero de 1828, la última moneda se labro el 9 de junio de 1830 (otras fuentes señalan el 30 de julio de 1830).

Empero, otras fuentes apuntan a que el cese de amonedaciones fue el 13 de abril de 1830, por haber dejado de ser Tlalpan la capital del estado y haberse trasladado las autoridades a Toluca. Lo cual tiene mayor sentido considerado que en el periódico “El Sol” en su edición de 11 de junio de 1830 algunos empleados de la ceca emitían un comunicado de la ceca lamentando la decisión de clausura, argumentando el gobierno local no tenía facultades para dictar tales medidas.

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En cuanto al metal dorado el acumulado de 1828 y 1829 suma 203,544, mientras en plata 959, 116.88 (por el trienio antes señalado). En otras palabras, para 1849 en la Memoria de la Casa de Moneda presentada por el Ministro de Hacienda estos son los datos de acuñación (en pesos):

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Empero, el Dr. Ricardo Fernández Castillo (2019) indica que el monto de producción en pesos fue menor, 53,784 pesos en oro, 108,085.4 en plata.

DECRETO1

Decreto que autoriza la apertura de la casa de moneda publicado en el periódico oficial.

Respecto a la presunta prueba que existe fechada en 1825 reproduciremos dos teorías, la primera la mas divulgada y citada por variados autores, y la segunda que es probablemente la cierta sobre este espécimen.

En primer lugar, vale la pena citar el artículo «Casa de Moneda de Tlalpan» a cargo de Duane Douglas, publicado en El Boletín Numismático de la Sociedad Numismática de México, No. 93, Vol. XI, octubre-diciembre 1976, sintetizando lo respectivo:

…También durante estas mismas fechas que llegó a diseñarse un hermoso ensayo o prueba para monedas de ocho reales. Parece que esta prueba nunca llego a utilizarse, ya que no se conoce ningún ejemplar acuñado. Sabemos de su existencia porque en el Museo Numismático de la Casa de Moneda de México se pueden apreciar las pruebas logradas en hojas delgadas de metal.

8 Reales

La prueba o ensayo de una moneda es la primera pieza que se troquela de cuños o dados que ostentan un nuevo diseño jamás troquelado antes. El ensayo sirve tanto para determinar si la calidad del trabajo de grabado es satisfactoria como para poder apreciarlo en forma definitiva con el objeto de efectuar algún cambio en el diseño si es que se considera necesario. Las pruebas pueden ser acuñadas en el mismo metal en el cual va a ser su troquelación definitiva, o bien, en cualquier otro metal, puesto que no son piezas destinadas a la circulación. Normalmente, las pruebas son aceptadas, modificadas o rechazadas por las autoridades correspondientes. En el caso de ser aceptadas se procede a la acuñación de las monedas que entrarán en circulación; en el caso opuesto, se elaboran cuños nuevos hasta ser aceptado su diseño por las autoridades.

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Punzón para la creación de la prueba de Tlalpam, anverso únicamente.
Colección Casa de Moneda de México – Museo Numismático Nacional.

…Posiblemente el rechazo de esta prueba se deba a que la leyenda que ostenta el anverso dice “Estado Libre de México”, cuando conforme al artículo XV de la Constitución, la leyenda debería ser “República Mexicana”. También el diseño del reverso del ensayo del Estado de México difiere de las características estipuladas por la Constitución, siendo el orden de las leyendas, y la posición diferente.

Las iniciales de los ensayadores son las mismas con las cuales la casa de moneda de la Ciudad de México labro moneda en tal época: «J.M.» José García Anzaldo y Manuel Ruíz Tejada.

Ahora bien, en 1997 Clyde Hubbard y David O Harrow publicaron el libro «Hookneck. Águila de Perfil», en tales paginas no variaba mucho la teoría antes descrita, seria en el 2001 cuando se publicaría el suplemento del mismo libro, donde se daría un giro radical a la anterior hipótesis, que a continuación se sintetiza.

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  1. La pieza en cuestión presenta una grafila de peras simétricamente espaciadas en vez de dentículos como la moneda que se labra en ese momento.
  2. Los autores de la obra no han visto a tal moneda, mas la listan en metal blanco, habiendo aquí dos situaciones, por un lado se menciona existe la moneda troquelada y ademas se agrega  la pieza proviene de dos especímenes distintos, sin llegar a ser el mismo (anverso y reverso), los cuales en su presentación original son laminas de metal troqueladas, una para el reverso, otra para el anverso. 
  3. Llegar a listarla como de Tlalpan implicaba varios problemas: (i) se prepara tres años antes de que se acuñe moneda, (ii) el uso del escudo nacional de perfil no corresponde ya a la época en que la ceca inicio operaciones.
  4. Pradeau afirmo en su momento (1938) el grabador fue Jose Guerrero, posteriormente se le atribuyo a Bernardo Casale, por tener similitudes de diseño con la moneda de Durango (que el grabo), mas después de un análisis exhaustivo en el mismo cuño se encontraron muy tenues la inscripción de «Arevalo», (con algunas letras invertidas), esto corresponde a Juan Arevalo, asistente grabador de la ceca de México que participo en el concurso de 1823 para definir la nueva moneda nacional, y por lo tanto creo la pieza motivo de estas lineas. 

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  1. Un decreto del Soberano Congreso Constituyente del 3 de Julio de 1823, aprobaba labrar moneda nacional de oro, plata y cobre con las leyendas «Estado Libre de México«, en su momento el diputado Fray Servando Teresa de Mier objeto tal dictamen, al considerar ese nombre no describía correctamente a la nación, mas el acuerdo fue aprobado. Ese decreto pronto seria reformado, el 1 de Agosto de 1823, creando el final, (citado por varios autores) una de la principales diferencias del de Julio fue que se modificaba el nombre a grabar de la moneda por «República Mexicana».
  2. Por lo cual: La prueba no es de Tlalpan, es de la Ciudad de México, las inscripciones «Estado Libre de México» obedecen al decreto de julio, tal emisión infructuosa sirvió de antecedente para las pruebas que se harían después con las leyendas «República Mexicana».

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Entre 0% y 1% oscila el total amonedado por esta ceca en comparativa con la producción del resto del país.

La inadecuada administración de la Casa de Moneda desde un principio estuvo plagada de irregularidades, ejemplo de ello son las siguientes situaciones:

  • Se le empezó a pagar a los empleados desde que se aprobó el decreto, más no cuando inició operaciones la ceca.
  • El inmueble escogido para la operación de la casa de moneda «La Casa de la Cadena» fue cedido por Melchor Muzquiz, se menciono el costo de su habilitación a cargo de Juan Nepomuceno Sanabria y Manuel Rionda no superaría los $12,000 pesos, más termino costando más de $100,000, un déficit antes de iniciar a acuñar moneda. 
  • A Manuel Rionda, quien fuese el primer director de la ceca se le inició un proceso legal el 14 de junio de 1829 por fraude en contra de las finanzas públicas. A finales de ese mismo año José Vicente Villada (primer tesorero) también fue perseguido por desvió de recursos.
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Instalaciones de la Casa de Moneda hoy en día.

La plantilla de trabajadores estuvo conformada por los siguientes:

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Ensayadores:

  1. Luis Velázquez de la Cadena.
  2. Francisco Lelo de Larrea. 
  3. Manuel Onofre Parodi Ortiz

Respecto a los ensayadores de moneda, por mucho tiempo se ha señalado que estas corresponden a los nombres de Luis Velázquez de la Cadena y Francisco Parodi Pagani.

Sin embargo, el investigador Adrián González Salinas (2024) sostiene que Luis Parodi y Francisco Parodi (o Pagani) no fueron ensayadores de esta casa de moneda, sino Luis Velázquez de la Cadena (quien posteriormente laboró para la ceca capitalina) y Francisco Lelo de Larrea, quien no se había documentado con anterioridad.

Importante hacer mención que para esta casa de moneda las siglas presentes en las monedas son el nombre de pila del ensayador y no su apellido, por lo tanto “L.F.”, corresponde a los mencionados Luis Velázquez y Francisco Lelo.  

Aunque sus iniciales no aparecen en la moneda un tercer ensayador es: Manuel Onofre Parodi Ortiz, además desempeñó labores en las cecas de Guadalupe y Calvo, Culiacán y Hermosillo.

Diversas monedas de 8 Reales de distintas casas de moneda.

Diversas monedas de 8 Reales de distintas casas de moneda.

Continuando en otros temas, la Casa de Moneda sostuvo un convenio con la Casa de Moneda de la Ciudad de México para que ésta le proporcionara maquinaria, matrices, punzones y herramientas necesarias así como la asesoría para acuñar monedas. Cuando el 3 de octubre de 1831 la Legislatura del Estado aprobó regresar la maquinaría a la Ciudad de México y vender el edificio, -según fuentes- Lorenzo de Zavala fue el encargado de aquello, aunque nunca arribo a la capital, confiscándolo de manera personal.  El 5 de septiembre de 1828 (a 7 meses de su apertura), ya se solicitaba su clausura por parte del municipio, los trabajadores de la ceca rogaban no fuese cerrada.

Es interesante notar que el libro “Monograph of the Silver Dollar” de 1845, el autor J.L. Ridell muestra la existencia de monedas falsas Mexiquenses (No. 132 y No. 402) ambas de 1828, su cualidad es que son de baja ley

Reales

La moneda de plata  (principalmente la baja denominación) fue siempre faltante desde la época virreinal hasta su fin en el siglo XIX.

No todos los valores fueron acuñados, únicamente se tienen documentadas especímenes en oro (escudos) para las denominaciones de 2 y 8, mientras que en plata (reales) 1/2, 1, 2, y 8, la única moneda en labrarse los tres años de labores fue el 8 Reales. Los montos de acuñación (acumulados, para los tres años) son los siguientes:

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Ahora bien, en cuanto a lo montos de acuñación de la moneda producida, en todo el siglo XIX y antes es complicado conocerlos, el autor Diego López Rosado (1975) menciona al respecto que:

…La inestabilidad política y la desorganización monetaria que caracterizaron esta época impidieron controlar el volumen de las acuñaciones y, al hacerlo, establecer la conveniente dependencia entre el monto de las monedas en circulación y la actividad económica. Fueron los intereses de los mineros y los del Estado los que regularon las cantidades que producían las casas de moneda, a pesar de que la Constitución de 1824 reservó al gobierno federal la facultad exclusiva de acuñarla y determinar sus características, pero en la práctica no sucedió así, pues en los estados se acuñaba sin control alguno.

El primer censo monetario se levantó en 1903, y así se pudo conocer el total de moneda acuñada y en circulación, tanto en poder de los bancos como la que había en las diferentes entidades de la República.

En ese orden de ideas, como analogía y ejemplo el Dr. Ricardo Fernández Castillo (2019) comenta que los montos de acuñación dependían de las “circunstancias comerciales”, basado en el artículo 10 del contrato arrendamiento de 1825 de la ceca de Guanajuato.

8 Escudos

Los autores Dunigan & Parker mencionan en la moneda 8 Reales la primera fecha de 1828 es más escasa que el resto, así como la de mejor calidad de acuñación. Todas las piezas tienen giro o eje de moneda. El diseño de las piezas de 1829 y 1830 varía ligeramente con la primera fecha. La piezas más falsificada es la de 1830, se conocen ejemplares vaciados o fundidos, de este mismo año hay una variedad en la fecha, 1830/3/2. Además, se sabe de un rarísimo ejemplar de 1830 con resello o contramarca de Filipinas. 

Empero, contrario a lo señalado el investigador Adrián González Salinas (2024) realizó una muestra estadística de la cantidad de monedas por denominación y año que han aparecido en subastas públicas, destacando que en 8 Reales un 40.7% corresponde a aquellos de 1828, un 42.3% a los que 1829 y, finalmente 16.9% para 1830, en una muestra total de 189 piezas, siendo entonces la fecha escasa 1830

Para la moneda menuda de plata el Real de 1828 un 45.6%, 2 Reales 1828 un 24.1% y Medio Real 1829 un 30.4%, de una muestra total de 79 piezas.

La ceca nunca fue eficiente para cubrir sus costos operaciones, sus pérdidas en el primer año de funciones fueron por $9,461.23, el segundo año por $14,966.42 y su último año por $18,539.95, la pérdida neta total fue de $149,774.93, incluyendo los gastos de cese de operaciones.

En ese orden de ideas, el periódico “El Sol” en su edición de 29 de abril de 1818 aseguraba que los nuevos Pesos acuñados (8 Reales) costaban en amonedarse 14 Reales, y más recientemente se ha logrado reducir a 9 Reales, es decir el costo de operación superaba tanto el valor intrínseco, como el facial, generado perdidas.

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8 Escudos 1829, Estado de México, Tlalpam. Moneda subastada por Heritage World Coin Auctions Long Beach Signature Sale 3035, septiembre 2014, lote #31253. Vendida por $9,000 USD.

El 1 de junio de 1830 el ensayador de la casa de moneda de San Luis Potosí, Juan Nepomuceno Sanabria relataba lo siguiente respecto a la ceca mexiquense:

La capital de México Tlalpan esta situada a cuatro leguas al Sur de la ciudad federal, su casa de moneda se comenzó a establecer en 1827… y en el siguiente de 1828 se comenzó a amonedar; en el origen, o sea en el establecimiento de esta casa no se tuvieron o no se quisieran tener a la vista cuantos datos conducían al acierto… resulta que la casa de moneda de Tlalpan ni está convenientemente situada ni es útil a los mineros y por lo mismo resulta gravosa para el estado y para la ciudad federal.

El 7 de Diciembre de 1847 el Gobernador del Estado de México Francisco Olaguibel (ya con Toluca como capital) firmo un decreto para intentar volver a aperturar la Casa de Moneda del Estado de México, sin embargo dos motivos lo impidieron, la ceca de la capital tenía como territorio de exclusividad al Estado de México, así como las protestas de Alejandro Bellangue, (director de la Casa de Moneda de la Ciudad de México), este proyecto no se concreto, y nunca más se intento volver a acuñar en este estado.

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Decreto que autoriza la clausura de la casa de moneda publicado en el periódico oficial.

Documento Tlalpan 2

Documento del 3 de Junio de 1836 por el que se vende la antigua maquinaria de la Casa de Moneda de Tlalpan (en custodia de la Casa de Moneda de la Ciudad de México), el pago fue por $1,000 pesos. (Archivo General de la Nación, divulgación con uso educativo, sin fines de lucro)

Estado de Mexico

Ahora puedes conocer información de 3 casas de monedas diferentes en este mismo blog:

casas

REAL DEL CATORCE, SAN LUIS POTOSÍ, CLICK AQUÍ.

OAXACA, OAXACA, CLICK AQUÍ

TLALPAN, ESTADO DE MÉXICO, CLICK AQUÍ.

Bibliografía:

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4 comentarios en “La Casa de Moneda del Estado de México

    • 8R es 8 reales (sistema octaval español heredado y usado de 1536 a 1905) cambiamos al decimal, 8 reales es 1 peso. luego sigue el año, la marca de ceca (donde se acuñó, Mo, Zs, Go, etc), el ensayador (persona que verifica el contenido en plata sea el correcto) que puede ser A.M. ,J.J, J.S, etc, son iniciales de nombre y apellido. Y 10Ds, 20Gr es 10 dinero 20 gramos, antiguo sistema para establecer la pureza o ley del metal, hoy en día se usa más facil ley 0.900 (90% plata), 0.720 (72% plata), etc. Saludos

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